Porque hoy es domingo, hace mal tiempo, y no encuentro nada más interesante por ahí. Si no, de esta noticia no hubiera hecho ninguna reseña, pero me ha resultado un «pelín» chocante, y por eso lo cuento brevemente.
Resulta que «Reflecta» presenta un «cassette» con apariencia de los desaparecidos «walkman» que conectado a un puesto USB de un ordenador, y con el software apropiado, convierte las viejas cintas de cassette en flamantes ficheros MP3.
Hasta aquí, nada extraño. ¿Donde está pues lo chocante del asunto?. Pues en mi opinión en dos cosas:
Cosa 1: Rodolfo Biber lo comercializa a 39 euros, que la verdad no me parece demasiado caro, si con ello volvemos a dar vida al cajón de nuestras viejas cintas.
Cosa 2: ¿ Que hace «Reflecta» presentando un cassette ?. ¿No era otro su negocio ? Reflexionando un poco la respuesta es muy simple. Reflecta, al igual que todos nosotros, lo que intenta es llegar a fin de mes de la forma más digna posible, y para ello vende lo que sea……
Dicho todo lo anterior, y aunque solo sea de paso, comento que a mi particularmente este tipo de aparatos me dan un poco de alergia. No porque no sean útiles, que lo son y mucho, sino porque en mi caso particular he renunciado voluntariamente a pasarme el resto de mi vida cambiando de formato.
Miles de diapositivas, cientos de vinilos, cientos de cintas de cassette y algunas decenas de videos VHS duermen el sueño de los justos languideciendo lentamente en cajones olvidados. Alguna vez he calculado el tiempo que precisaría para cambiar de formato todos estos soportes, y resulta que no me queda vida suficiente para hacerlo, con el agravante de que muy probablemente, cuando acabara, el formato de moda habría vuelto a cambiar. Así que gracias, pero que conmigo no cuenten.
Nota: Dice Wikipedia» que el «walkman» (no el cassette) nació de la mano de Sony en 1979, y hace muy poco se ha abandonado su producción. Ha durado 30 años, que no está mal. El MP3 seguro que no dura tanto.