Vale, vale: Queridos lectores, os pido disculpas y reconozco humildemente mi total y absoluta derrota. La Fuji FinePix X100 ha podido conmigo. Ya he roto mi pacto de silencio sobre ella varias veces, y hoy no tengo más remedio que volver a hacerlo.
La X100 junto a una Leica con muchos años (la moda retro se impone)
Y es que Valentín Sama, que hasta ahora había sido muy moderado referente a la Fuji X100, se ha «desmelenado» por fin y publica hoy una prueba en profundidad sobre la citada cámara, que ya es seguro el objeto fotográfico más cotizado de este año.
El artículo lo titula: «Rendimiento de la X100» y trata con suficiente amplitud los siguiente puntos:
- X100 – Rendimiento
- Rendimiento óptico
- Viñeteado
- Distorsión
- Diafragma
- Señal / Ruido
- Blanco y Negro
- Breve Galería
- Conclusiones
Como veis, no toca todas las características de la cámara, sino que se centra en el rendimiento del sistema óptico y del sensor en su conjunto, además del procesado en la propia cámara.
Lo primero que comenta en el artículo es que ha tardado tanto en publicar una prueba en profundidad, porque hasta ahora no había llegado a sus manos ninguna cámara con el «firmware» definitivo 1.0, que es con el que la cámara verá la luz.
El artículo está plagado de cifras, tablas de evaluación, gráficos MTF, diagramas de barras, además de comentarios cualitativos y cuantitativos, todo ello perfectamente entendible y tremendamente condensado.
Puesto que la sentencia de nuestro querido profesor es insuperable, en esta ocasión, renuncio a hacer ningún resumen de los resultados.
Si yo tuviera que definir el resultado (recordar que es solo el rendimineto optica-captor-proceso) solo se me ocurriría quedarme con la boca abierta y susurrar un «guauuuuuu» bien grande.
Valentín, que es persona de amplios conocimientos y mayor educación, acaba su análisis con un pequeño apartado de conclusiones, que yo voy a tener la osadía de reproducir aquí íntegramente, y que ni que decir tiene, suscribo totalmente:
Conclusiones
Las altas expectativas son siempre un arma de doble filo, igual que pueden ser la base de una buena difusión, pueden ser (si no se ven correspondidas) la crucifixión comercial de un equipo o una marca concreta. Desde su presentación en la pasada Photokina el panorama fotográfico ha girado alrededor de la X-100 a una danza de cortejo constante, en la que parece, que al fin, al abrigo las pruebas objetivas y bajo un firmware final, responde con una contundente calidad de imagen.
Para ello se elige un sistema cerrado, con las mínimas variables posibles, optimizado desde sus comienzos, tal es el grado de personalización que en esta X100, primero se realizaron los planos referentes al objetivo, focal y luminosidad… para posteriormente, cuadrar un captador único y específico así como un procesador EXR a juego. Este tipo de esquema “integral y cerrado” siempre da la máxima calidad y es por definición complicado de trasladar, en los mismos tamaños y precios competentes, en cualquiera de los sistema con montura del momento, una decisión arriesgada, desde luego, pero con total coherencia.
Lejos de ser una moda pasajera fortuita, las cámaras clásicas (ahora llamadas retro) destilan una solidez y confianza que muchos usuarios deseaban y añoraban en sus equipos digitales, la X-100 responde a ambos estímulos, con la tecnología digital más puntera en su interior.
Sin ser la cámara perfecta, podemos augurar que será algo más que un capricho de unos pocos y si se le da una oportunidad en este mercado español tan bipolar, una auténtica herramienta de creación.
Vamos. No se si habéis captado la idea, pero la lectura del artículo es obligatoria, para incondicionales, interesados, simpatizantes, y también para todos los demás.
Como ya he dicho más de una vez, el «profe» explica y los demás escuchamos atentos y tomamos apuntes.
Análisis completo de Valentín Sama
