No voy a hacer ninguna crónica extensa de lo poco que vi. No tengo vocación de periodista, ni estoy preparado para ello. Solamente me gustaría constatar lo que ya hace años es una tendencia imparable en este tipo de citas. Como decía un viejo amigo mío (no porque sea viejo, sino porque hace muchos años que nos conocemos): «la decadencia ha llegado, ya es definitiva, pásalo………..»
La decadencia no es del mercado fotográfico. Esa es más moderada, y afecta no solo a la fotografía, sino a todo lo demás. Estamos en crisis total y global. La decadencia es de este tipo de eventos feriales como escaparate de novedades del sector.
Con la ingente cantidad de información que se puede encontrar en internet, ¿ que es lo que puede ofrecer una feria así al aficionado o profesional del ramo ?. ¿ Que interés puede tener para una firma el hacer el gasto de preparar un «estand» para mostrar sus productos ?
A la primera pregunta es fácil contestar. El aficionado inquieto podrá «tocar» con sus propias manos aquel producto que ya ha visto, estudiado, y aprendido antes por internet.
El profesional, además de eso, podrá entablar contactos con representantes de la firma, con distribuidores, o incluso con tiendas, y hablar de negocios, planes «renove» y precios.
Todo ello, si tiene la suerte de que aquel producto de su interés, que está en la delicada etapa de que ya ha sido presentado en la red, pero aún no ha llegado a las tiendas, esté disponible en la feria y pueda acceder a él para hacer una somerísima evaluación táctil de pocos segundos con una cola de deseosos «tocadores» detrás de él.
A la segunda pregunta, tendrían que contestar las firmas, pero yo me aventuro con una respuesta. Ninguna o casi ninguna. A las firmas no les sale a cuenta pagar un estand en una feria, y menos en una tan devaluada como el actual Sonimag.
Así las cosas, y aun a riesgo de dejarme muchas cosas y muchos nombres, porque ni tomé notas, ni hice una búsqueda por cuadrículas ayudado por GPS, os contaré que básicamente había estands de fabricantes, de distribuidores, de laboratorios, y de tiendas.
- Fabricantes: faltaban muchos: Yo vi, Fujifilm, Nikon (Finikon) y Samsung principalmente.
- Distribuidores: había varios, pero me fijé principalmente en Disefoto, pues tenía bajo una vitrina bien cuidada, la familia Leica M9 y la familia Leica S2, guapas de verdad.
- Laboratorios: Me fijé en EGM y Manual Color.
- Tiendas: Destaco principalmente a Casanovafoto, con un nutrido estand con todo tipo de productos que podías ver y tocar si así lo solicitabas. En un pequeño rincón se hacían presentaciones de productos, un poco al viejo estilo de Sonimag de toda la vida. También estaba Arpí, especializado principalmente en video profesional, o al menos a mi me lo pareció, y Martín Iglesias, de Sevilla.
También había muchísimos estands dedicados al fotolibro y a productos similares.
Y no voy a contar nada mas. Bueno, si me lo permitís, os contaré solo dos cosas que son las que más me gustaron. Son dos pequeños detalles, pero realmente me «marcaron» de alguna manera.
Cosa 1: La X100
Fue la primera toma de contacto física con mi «amor frustrado», como no, la Fuji Finepix X100. Me gustó, me gustó, me gustó, y me gustó. Tiene una apariencia de cruce entre Leica M y Contax G, tomando lo mejor de ambas, que realmente es sorprendente. Pesa, tiene un buen tacto y un buen agarre. Los botones y las ruedas se mueven y hacen unos «clics» dignos de otros tiempos. El ruido del obturador y su pulsador me retrotrajeron a cuando era 30 años más joven.
Pero lo que me dejó totalmente «enloquecido» de placer fue el visor híbrido. Poder tener una visión óptica de la escena, y superpuesto datos de todo tipo, cuadricula, ISO, F, V, e histograma, es una sensación de dominio y control difícilmente explicable.
El visor electrónico es también muy bueno. Naturalmente se nota el cambio de uno a otro, pero se nota mucho menos de lo que cabría esperar. Curiosamente, a este respecto, debo comentaros que probé dos cámaras, creo que las únicas dos que había en Sonimag. Una en el estand de Fuji, donde tenían un modelo de preproducción con el «firmware» creo que 0.69, y otra en el estand de Casanovafoto, donde tenían ya un modelo de producción con el «firmware» definitivo 1.0. Pues bien, aunque parezca imposible, el visor electrónico (no el óptico) se veía mejor con el firmware 1.0 que con el 0.69. Se que es difícil de creer, pero francamente a mi me lo pareció, y también a dos amigos que iban conmigo, y ninguno habíamos bebido ni siquiera una cerveza.
Así que estoy todavía «más namorao» que cuando hace un par de días escribí esta «carta abierta» , pero lo nuestro sigue siendo imposible, aunque esta vez lo digo, si cabe, con más pena.
Un único detalle imperdonable. No se le puede acoplar directamente ningún filtro de protección. No tiene rosca. Para ello es necesario acoplar el no muy conseguido parasol. El delicadísimo lente frontal del soberbio objetivo queda expuesto a la intemperie y a todas sus miserias en cuanto se quita manualmente el tampoco demasiado cómodo tapón metálico. Como dije antes, imperdonable detalle, que no se puede solucionar por «firmware» y que sin duda merece el «Hara-Kiri» de todos los participantes en esa parte del diseño.
- Cosa 2: El respaldo Phase One IQ 180 de 80 Mpixels
Los que me seguís más o menos, ya sabéis por mis reseñas, que este respaldo con el chip DALSA de 80 Mpixels no está obteniendo más que sinceras alabanzas por todo aquel que ha tenido la fortuna de probarlo, y solo se pone cara de circunstancias cuando a uno le dicen que el kit del respaldo, más una cámara Phase One, más el objetivo estandar, creo que de 80 mm, puede ser totalmente tuyo solo por el módico desembolso de 40.000 euros (62 mensualidades del sueldo mínimo interprofesional español – más de 5 años íntegros).
Pero dejando aparte esa pequeña nimiedad, os confieso que pude ver en un flamante MAC de tropecientas pulgadas, equipado con la última versión de Capture One, unas cuantas imágenes captadas allí mismo en es estand con el equipo del kit antes descrito. Eran simples retratos de algunas personas que habían pasado por allí, hechos con una sencilla ventana de flash y sin ningún artificio de estudio.
Pues bien, cuando el amable operador pulsó el botón de imagen al 100% y apareció un detalle de la nariz o los ojos del personaje fotografiado, doy gracias a mis amigos que me acompañaban que me sujetaron para que no me cayera redondo de pura impresión. El grado de detalle era apabullante y la gradación tonal en las sombras era de una suavidad, delicadeza, y progresividad absolutamente asombrosa. Era como mirar a una persona a través de un pequeño microscopio. El vello, los poros, las microgotas de sudor, las inmensas pestañas, el iris del ojo con todos sus matices, los micropliegues de la piel.. No se. No se puede describir. No se puede contar. Hay que verlo.
Yo, que soy principalmente fotógrafo de paisaje, me imaginé como quedaría una foto de paisaje natural o urbano con un equipo así, y se me saltaron las lágrimas. También pensé que hubiera opinado Ansel Adams si en sus manos hubiera caído un equipo así. No lo se. Imagino que lo mismo que Mozart, si hubiera tenido a su disposición un moderno sintetizador y un buen programa de sonido.
Yo no he trabajado nunca con un respaldo, así que «toco de oido», pero lo que afirman todos los análisis que he leído hasta ahora de que el IQ180 no es solo la evolución del P65+, con 20 Mpixels más, sino que es otra cosa, pienso que es verdad, pero no se puede explicar, hay que verlo.
El tamaño, finalmente, si que importa, vaya si importa, y tanto que importa…….
Bueno, y hasta aquí voy a llegar. No soy buen escritor, y tampoco buen transmisor, además de que, aunque me esfuerzo, no suelo ser demasiado objetivo. Que nadie se moleste por los olvidos, o incluso por algún error que haya podido deslizar, pero eso es lo que pude ver, y es lo que cuento.
Sin embargo, colindante a Sonimag se celebraba el salón dedicado a la impresión industrial, Graphispag. Eso era otra historia. Cuadruple de superficie ocupada. Todo tipo de maquinitas, máquinas y maquinotas dedicadas a la impresión. Verdaderas alfombras de fabulosos «posters» que daba pena pisar, cubos y cubos de valiosas tintas de impresión desperdigadas por doquier, y lo que parecía aún más raro, logotipos y grandes estands de firmas como Kodak, Canon, Konica, y muchos más, que brillaban por su ausencia en el salón vecino.
Es lógico que alguien que quiera comprar un sistema industrial de impresión, de los que no caben ni siquiera en un salón comedor de un piso de lujo, quiera verlo antes. Y ese tipo de cosas no se vende en las tiendas. Por lo tanto, los fabricantes si tienen mucho interés en exponer sus productos y enseñarlos a los posibles futuros clientes, todos ellos sin excepción, profesionales del medio.
Pero la verdad es que visto desde los pasillos del piso superior, desde donde se podían ver los dos recintos a la vez, «Graphispag» bullía de vida y colorido, y a su lado «Sonimag», por decirlo de la manera más piadosa posible, daba una impresión un poco más pobre.
En fin, como igual yo no transmito demasiado bien mis sensaciones, aquí os pongo las crónicas en castellano que hasta hoy he podido recoger. Son de Iker Morán de «Que sabes de», que ya la ha visitado, y al que me he permitido «robarle» un trocito de su foto para ilustrar este artículo (yo no llevaba cámara y mi móvil no hace fotos y aún tiene teclas), y del grupo de «DSLR Magazine» que está en ello y seguro que dentro de poco elaborará su propia crónica.
Pre crónica de Iker Morán en su blog ; Crónica de Iker Morán en «Que sabes de» ; Mini reseña inaugural de «DSLR» Magazine
Pasando de Sonimag a Graphispag entrabas en otro mundo.. Un mundo donde el pabellón está lleno, pero lleno de estands, sin tener sitio para tiendas de chucherías, artículos para niños, exposiciones de todo tipo de agrupación fotográfica y una cantidad enorme da álbumes fotográficos..
Conocí Sonimag hace 2 años por primera vez y lo viví «desde dentro».. ya me pareció escaso.. el de este año prefiero no comentarlo.. pero estoy casi seguro que será su última edición.
Una anécdota: Desde 2009 Apple no está presente en la feria MacWorld, no les hace falta… Cómo vamos a encontrar los «grandes» en las ferias si cada vez más su marketing se desarrolla online?
Pues es verdad. Yo conozco Sonimag desde hace más de 30 años, y la cosa era muy, pero que muy diferente. También es verdad que el mundo era también muy diferente, y sobre todo, no existía internet.
Pues Sonimag no era como otros años pero a todos nos ha puesto los dientes largos ir y tocar la X100, yo también estuve jugando con la Pentax 645D y bueno eso sí que nos lo dio el salón, no?
Pues si, Antonio. El salón nos dió eso y alguna cosa más, pero este tipo de certamente va de capa caída, y es normal. Le pasa hasta la Photokina.