Los que os dedicáis profesionalmente a esto ya lo sabéis, pero a los que tengáis la desgracia de tener algún amigo o pariente que os pueda meter en un lío semejante, quizás os venga bien repasar los 10 consejos que nos ofrece Víctor Martín en «Que sabes de» en un minitutorial que bien podría titularse «Como fotografiar una boda y no morir en el intento», o al menos, para salir con cierta dignidad del embrollo.
Yo debo reconocer que si en algún momento me hallara en semejante situación, echaría mano a una buena gripe, a una importuna rotura de menisco, o incluso a un certificado medico de enajenación mental transitoria. Cualquier cosa me vale.
El cielo no lo quiera, ni lo uno, ni lo otro. Amen.