Cuando yo estudiaba, de eso hace muchos años, nuestro profesor de motores térmicos nos contó una anécdota sobre un Rolls Royce.
Resulta que un señor con posibles iba un día con su flamante Rolls por una carretera perdida, no recuerdo si de Francia o de Suiza, y se le paró el coche. El señor llamó a Rolls (no se como, pues entonces no había móviles), y la sede de Rolls Royce en Inglaterra envió en avión especial un mecánico con las piezas de repuesto adecuado de forma que en pocas horas el coche estaba totalmente arreglado.
Cuando el agradecido propietario le preguntó que le debía por la reparación, el empleado le dijo: “ ¿avería?, ¿qué avería? los Rolls-Royce no se averían nunca, señor. Que tenga un buen día ”, y se marchó por donde había venido.
No se si sería verdad o no, pero bien pudiera ser.
No es el caso de Leica, pero estaría bien que lo fuera ¿no?.
Pues eso. “Pelillos a la mar”. Algo así viene a decir Leica al reconocer “problemillas” con la batería de la M9 en algunos casos, y sin embargo informar también que está muriendo de éxito y que ha conseguido vender 30.000 unidades de la misma M9, que se dice pronto, y no será porque las regalen ¿no?.
Leica dice que ha identificado el problema y que debe ser sustituido un componente electrónico defectuoso. (Leica engineers have identified the source of the malfunction. It is caused by an electronic component that needs to be replaced.)
Recuerdo que la M9 también tenía problemas con las tarjetas SanDisk, y que ambas compañías estaban trabajando para resolver el problema. No he vuelto a saber nada.
Recordatorio: Ftc9-8-2011 y Ftc6-8-2011
Lo dicho. Pelillos a la mar. Es que Leica, es mucho Leica