JVC parece renacer de sus cenizas cual «Ave Fenix» y presenta en la IFA de Berlín una cosa rara. La cosa se llama JVC GC-PX10 y es, según los ingenieros que la han desarrollado, una cámara de video que es capaz de tomar excelentes fotos. Lo cuentan Iker Morán y Álvaro Méndez.
Efectivamente, tal como cuenta el artículo, recuerda estéticas pasadas, y en lo que respecta a prestaciones parece que se queda navegando en tierra de nadie entre el mundo de las videocámaras y el mundo de las cámaras.
Por ejemplo, a pesar de su impresionante «narizota» (léase objetivo) su zoom es solo un x10 F2,8-4,5, y dice el artículo que ni es suficiente angular, ni demasiado tele. Cosa curiosos es que el objetivo tiene serigrafiado Konica-Minolta: Hace siglos que no lo veía.
Su sensor es un CMOS retroiluminado de 1/2,33″ (muy pequeñito) y 12 Mpixels.
A máxima permite 25 fps, hasta 100 imágenes, pero bajando la resolución a 8,3 Mpixels, podremos subir a 50 fps.
Lo más destacado, cuenta el artículo, es que gracias al procesador Falconbrid de JVC, cada uno de los fotogramas de vídeo que graba esta PX10 contiene el doble de información que un vídeo convencional, lo que abre las puertas a la vieja aspiración de que en un futuro todo será video, y de ahí se extraerán las imágenes que hagan falta. ¡¡¡ Que el jefe de Her Ratzinguer no lo quiera ni lo permita !!!.
En fin, un poco «bicho raro», si que lo es. Si tenéis curiosidad, no os perdáis el articulo completo.