Valentín Sama nos presenta hoy un análisis en profundidad del sistema Nikon 1. No es un análisis completo. Solo se concentra en dos elementos:
En primer lugar analiza, más bien diría yo que destripa sin piedad, las características del objetivo fijo 10mm pancake. Pero, no solamente presenta sus gráficas de resolución, viñeteado y distorsión geométrica, y comenta las aberraciones cromáticas, sino que revela además todos los secretos del diafragma y de su cuidada construcción mecánica.
Se nota claramente que Valentín es zorro viejo en este oficio y sabe ver lo que a otros muchos se nos pasaría por alto.
Pues bien, en segundo lugar analiza el rendimiento del sensor en lo que respecta al ruido y la calidad de imagen, y la compara con la Lumix G2.
Aparte de los resultados, lo más extraordinario del asunto (lo digo simplemente porque no es habitual) es que Valentín emplea más de la mitad del artículo en explicar el protocolo de prueba y el porqué hace las cosas como las hace y las presenta como las presenta, más aún cuando los sensores tienen distintos tamaños y las cámaras distintos objetivos. No me diréis que esto es una cosa muy normal. «Dpreview», que normalmente todos tomamos como una referencia, y que además tiene su maravilloso «comparometro», apenas indica (y no siempre) con que objetivo está hecha la foto de muestra.
En una frase, que ya he usado más de una vez: «artículo de lectura imprescindible para los inquietos en saber cosas».
Sobre el resultado, no hay sorpresas. Si me obligarais a resumirlo, me atrevería a decir esto:
- El tamaño del sensor impone su ley
- El procesado, cada vez más inteligente, lo arregla cada vez mejor.
- Las ópticas, con diseño ultra específico, cada vez serán mejores y rendirán más.
Pero pasar, y leer. Vale la pena