Veo en «Rob Galbraith» y también en «dpreview» una referencia que me ha interesado. Se trata de un artículo publicado en el blog «lens rental.com» donde un señor que se llama Roger Cicala analiza con una serie de pruebas la variación de algunos parámetros en diferentes unidades de un mismo objetivo.
Ha utilizado el software de análisis de Imatest, y ha puesto a prueba la nitidez (resolución) y la precisión y repetibilidad del autofoco. Lo ha hecho con dos lentes macro de Canon, y también con un Zeiss de focal equivalente. Ha probado no menos de 6 unidades de cada uno, y en algún caso hasta 20. Una verdadera paliza.
La cámara que ha usado es la Canon 5DMark II, y para hacer la prueba del nueve, finalmente ha probado un objetivo conocido con varias unidades del mismo modelo de cámara.
Me lo he leído un poco por encima y, aunque el autor dice que no saca conclusiones del mismo, porque no es un artículo para crear polémica, si que hace al final un pequeño resumen donde se deslizan un par de corolarios que yo me atrevería a resumir así:
- Cuando un objetivo es malo, es malo de verdad. La nube de resultados entre objetivos «digamos buenos» es relativamente estrecha y probablemente deben considerarse todos dentro de las tolerancias de fabricación.
- Estas diferencias, tienen muy poca repercusión en el mundo real, en fotografía digamos que «normales.
Bueno. Pues sin ánimo de polemizar yo tampoco, me atrevo a comentar que seguramente esos resultados los ha sacado porque ha probado los dos 100 mm macros de Canon, y el 100 mm de Zeiss, focales fijas y muy reputadas. Estoy seguro de que si hubiera probado algún objetivo zoom el resultado hubiera sido muy distinto.
Los que me seguís hace tiempo ya sabéis que tengo un EOS 24-70F2,8L, que es el objetivo que más uso en mi 5DMk2. Pues bien, es la segunda unidad que tengo. Del primero quedé muy descontento y por eso lo cambié ya hace años. De este segundo estoy algo menos descontento, pero disto muchísimo de estar satisfecho.
Como el tema me ha interesado desde hace muchos años, he seguido bastante lo que se ha publicado por ahí, y mi conclusión después de muchos años de seguimiento, es que la variabilidad, al menos en este objetivo concreto, es muy amplia. Hay un porcentaje de personas muy pequeño que está encantado con él y lo defendería con la vida. Hay un porcentaje bastante mayor que lo considera un objetivo más o menos bueno, pero totalmente indigno de su precio y de su arandela roja, y luego hay otro porcentaje también pequeño, que lo considera malo de solemnidad, y la mayoría ya lo ha vendido, o cambiado. No me obliguéis a poner estos porcentajes porque no he hecho un seguimiento cuantitativo, pero si tuviera que decir ago, sería algo así: 5% – 75% – 20%. Yo estoy en la banda más baja del 75%.
Lo cierto es que desde hace tiempo, muchísimo antes de la crisis, las tolerancias de fabricación, al menos en Canon, dejan mucho que desear. Los clientes – usuarios son los verdaderos «beta-testers» de productos nuevos, y si la cosa no sale bien, pues lo normal es que te tragues el marrón y esperes a la siguiente generación, a ver si la cosa mejora.
Probablemente sea un problema de costos. Si Canon, o Nikon, o Sony, hicieran sus productos con los parámetros de calidad de Leica, o Alpa, o Arca Swiss, pues no valdrían lo que valen, sino 10 veces más. Entonces no tendríamos quejas, porque, simplemente, no los podríamos comprar.
Ostras. Me ha salido un comentario un poco «depre». Lo siento, pero es realmente lo que opino.
A pesar de esta «parrafada» vale la pena que echéis un vistazo a los gráficos y sus diagramas de dispersión. La verdad, no he llegado a entender que significado tienen las variables de los ejes de ordenadas y de abcisas, pero a mi me parece, simplemente considerando en tanto por ciento, una dispersión bastante amplia.
En el artículo, también hay enlaces a otros artículos previos donde habla de factores que influyen en la nitidez.
Vaya, para mirarlo con calma cuando se tenga un rato.