Phil Holland, que trabaja profesionalmente en el campo del video desde hace más de 12 años, en Los Angeles, California, publica un artículo en «Luminous-Landsacape» con motivo del tercer aniversario de las cámaras DSLR con capacidad de video. Es curiosos. Yo pensaba que hacía bastante más.
El artículo, en plan «ensayo» narra sus impresiones, desventuras, desencuentros, y también satisfacciones, al usar cámaras reflex y sus objetivos intercambiables para grabar clips de video profesional en todos los ámbitos de la producción.
Habla de temas como:
- Tamaño del sensor
- La locura de los lentes (hablando del factor de recorte)
- Limitaciones, frustraciones y lágrimas
- «Picture profiles»
- Plataformas, soportes
- Postproceso
- Pensamientos finales y el futuro (cuando los coches vuelen)
Para que veáis de que va la cosa, en la introducción dice más o menos esto:
Hemos llegado al 3er aniversario de cámaras réflex digitales que también tienen la capacidad de grabar video de alta definición. La flexibilidad de tener una cámara pequeña y de bajo costo con lentes intercambiables ha cautivado a los consumidores, profesionales y fabricantes de cámaras en todo el mundo. Personalmente he utilizado estas cámaras para filmar de todo, desde eventos en vivo a secuencias de cine para largometraje. Con la promesa de nuevas cámaras que aparecerán en los próximos meses, me encuentro mirando hacia atrás y repasando lo que ha funcionado y qué no. He tenido un montón de dolores de cabeza, he pasado por frustración y he tenido que resolver muchos problemas hasta obtener un material digno de la gran pantalla, y he tenido que hacer frente a los «caprichos» del sistema. Con este artículo en particular que me gustaría compartir algunas de mis experiencias y lo que he aprendido en el camino.
Para los interesados en el tema, que no estéis peleados con el inglés, puede ser una lectura interesante.
Artículo en «Luminous-Landsacape»