En los dos capítulos anteriores hemos hablado del rango de luminosidad en la naturaleza comparado con el rango que «cabe» en un sensor. Hemos hablado también de los parámetros de control de la exposición, de como se mide la luz, y de como se corrigen los errores de medición.
Como complemente, en este capítulo comentaremos muy brevemente los principales sistemas de medición que utilizan las cámaras modernas.
La medición, como ya hemos dicho, la realiza siempre un fotómetro interno de luz reflejada. Lo que cambia aquí es simplemente la ponderación o el peso que el software del fotómetro va a dar a cada zona o región de la escena fotografiada.
- ¿ Y para que hay varios sistema o formas de medir ?
Pues precisamente para, que utilizados adecuadamente, minimicen el posible error de medición o se ajusten más exactamente a la luminosidad de la zona o motivo de la escena a la que queramos dar más valor.
Os recuerdo que mientras la luminosidad general de la escena más se aleje del 18 % de reflectancia media, más grande será el error cometido por el sistema de medición.
Aunque puede haber más variantes, los patrones de medida más habituales son cuatro: puntual, parcial, ponderada al centro, y matricial o evaluativa.
Medición puntual: Se mide la luz en una pequeña zona central de la imagen, del orden del 2% al 5% de la superficie total.
Se usa cuando se quiere dar preponderancia a un detalle concreto de la imagen, sin importar demasiado como quede el resto.
Por ejemplo: queremos que el tono de la piel en un retrato salga «clavado», independientemente de que el fondo salga muy claro o muy oscuro. Mediremos puntualmente sobre el rostro.
También se puede utilizar para determinar el contraste de una escena, midiendo puntualmente varias zonas y luego determinando manualmente, según la propia experiencia y el efecto deseado, la exposición que más nos interese. En eso se basaba el «Sistema de Zonas» del insigne Ansel Adams, y el glorioso fotómetro de la antigua Olympus OM4, pero eso son otras historias.
Medición parcial: Al igual que en la medición puntual, se mide también en la zona central de la imagen, pero en un área más amplia del orden del 8% al 12% de la superficie total.
Se usa cuando se quiere dar preponderancia a una zona de la imagen, y es particularmente útil en escenas donde un alto contraste o zonas marginales muy luminosas o muy oscuras puedan lleguar a falsear la medida global.
Medición ponderada al centro: Se mide la luz en toda la superficie de la imagen, pero se dan diferentes pesos según la distancia al centro, que es, se supone, la zona principal.
Es un modo general y se puede usar siempre. Es el sistema que han utilizado las cámaras SLR desde siempre, hasta que la tecnología no permitió más sofisticaciones.
Hay fotógrafos que lo prefieren al matricial, porque la “inteligencia” la ponen ellos y no la máquina.
Medición matricial o evaluativa: Se divide la escena en muchas zonas (entre 10 y 50) y se mide la luz individualmente en cada una de ellas. Después, el software de la cámara utiliza sofisticados algoritmos para «evaluar» la escena y decidir la pareja o tripleta de valores más adecuados para la exposición.
Los criterios utilizados son muy variados y los fabricantes no los publicitan. Hace ya muchos algunos catálogos hablaban de la comparación de la «escena medida» con una base de datos de escenas (imágenes) almacenadas en la memoria interna del procesador, y de ahí salían los valores. Actualmente no se como se hace.
Debido al desarrollo tecnológico de hoy en día, es el modo “por defecto” en prácticamente todas las cámaras actuales de cualquier categoría y segmento.
Mi experiencia personal con este tema es que la medición ponderada al centro se equivoca poco, pero que la matricial o evaluativa se equivoca aún menos. Lo que pasa es que la ponderada, cuando se equivoca, lo hace en pequeña medida, y sin embargo la matricial, cuando se equivoca, puede tener errores muy grandes.
Así que mi consejo, para situaciones normales es, utilizar la medición matricial, pero echar inmediatamente un ojo al histograma, por si acaso.
En el próximo capítulo, iremos un poco más allá, y comentaremos una herramienta nacida exclusivamente en la era digital. El Histograma.
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