Mark Dubovoy, que es un colaborador habitual de Luminous-Landscape, la WEB de Michael Reichmann, y como él, fotógrafo de «alta gama», publica hoy un curioso ensayo en plan reflexión filosófica que titula «All About The «Small Details».
La cosa va de ensalzar las virtudes del formato medio o del gran formato frente al resto de opciones más normales. La gran diferencia está en los pequeños detalles, dice. La nitidez, las texturas, la dinámica, marcan la, a veces, sutil diferencia entre una imagen tomada con una cámara de «alta gama» frente a la misma imagen tomada con una cámara «vulgar». Y normalmente, para poder apreciar esas sutiles diferencias hace falta una cierta preparación. Todo eso es muy cierto.
La comparación que Mark hace, muy gráfica por cierto, es la del mundo de los vinos. Hay vinos que van envasados en tetrabrick. La mayoría son embotellados. Hay vino joven, hay crianzas, hay reservas, y de ahí para arriba, lo que queráis.
La mayoría de los mortales sabe distinguir y apreciar diferencias entre un «tetrabrick» y un buen «crianza». No tantos pueden apreciar diferencias entre un «crianza» y un «reserva». Sin embargo para distinguir entre la franja superior, o entre cosechas y añadas, hay que ser poco menos que un «sommelier». Todo eso también es cierto.
Pues bien, de todo eso va el extenso ensayo del bueno de Mark. Está en inglés y es un poco espeso, pero si la lengua de Shakespeare no es ningún impedimento para vosotros, os sobra un rato, y sentís curiosidad, podréis ver como un verdadero «sommelier» trata al común de los mortales.
Lo que parece haber olvidado el sr.Dubovoy es que uno de los más finos y sutiles detalles que diferencian a los equipos de formato medio o gran formato del resto de cámaras más normales, es el precio.
Quizás no todo el mundo, pero una buena franja de los «prosumers», eufemismo anglosajón que define al aficionado de «perfil inquieto» dispuesto a dejarse todo el dinero que tiene y parte del que no tiene en lo último que ha salido al mercado, se acostumbraría perfectamente a trabajar con equipos de formato medio. Yo mismo lo he hecho en película, y he disfrutado muchísimo, pero nunca lo he podido hacer en digital. Respaldos, cámaras y objetivos estaba, y aún están, fuera de mi alcance. No me quejo. Solo constado y hecho.
Al fin y al cabo, a nadie le amarga un buen reserva ¿no?