Olympus: ayer, hoy, y ojalá mañana
Valentín Sama, tirando de su manifiesta vena Olympica, y en conmemoración de los 40 años de Olympus, publica un artículo haciendo un repaso a la historia de esta firma, que fue muy importante, que llegó a no ser nada, y que ahora quiere volver a ser alguien.
Naturalmente, destaca sus valores, sus ideas, y sus conceptos, muchas veces innovadores y que han marcado la senda de los demás. Eso pasó en la época de la película y ha pasado ahora en la época digital. No obstante Olympus nunca ha llegado a tener la presencia en el mercado de las dos grandes, y ahora, en la época digital, hay que reconocer que recién llegados como Sony o Panasonic le han pasado delante.
También ha habido épocas oscuras, pero seguramente no es lo más adecuado recordarlas en un aniversario tan señalado, así que no diré nada.
Ya he dicho alguna vez que yo fui Olympico en mi primera época. Llegué a tener la OM-1, la OM-2, y unos cuantos objetivos. Todos eran de bueno a excelentes, y alguno hasta soberbio. Pero nunca le perdonaré que no hiciera el salto al autofoco y que poco después abandonara su línea de SLR. Desde entonces he sido canonista, con mejor o peor fortuna, pero nunca he vuelto a ser Olympico.
También es verdad que lo mismo pueden pensar los canonistas de la época FD, cuando Canon cambió a la montura EOS EF y también los dejó tirados.
Está bien que para conmemorar el 40 aniversario de Olympus saquen una nueva «mirrorless» inspirada en la que fue magnífica OM-1. A ver si se lucen.
Para nostálgicos y curiosos, aquí tenéis el artículo
