Vale, vale. Se que me he pasado. Decir que se puede analizar en profundidad una llave USB es, como poco, un «pelín» exagerado.
Se trata de una llave con vocación de eternidad. La ha fabricado SanDisk, aunque vaya Vd. a saber de quien son los chips internos (apuesto por Samsung), y se llama: SanDisk Memory Vault.
Lo que hace Eduardo Parra es contarnos sus impresiones sobre este dispositivo, cuan robusto es, como debe manejarse, para que sirve y para que no sirve, si su precio es justificado, si su capacidad es adecuada, y cosas así. Todo, menos lo que realmente es su argumento más sólido: el poder guardar la información de forma segura durante al menos 100 años.
Eso, ni Eduardo ni nadie lo puede garantizar, y mucho menos probar, al menos hasta que invente el viaje en el tiempo, y para eso, aún estamos lejos.
Bueno. Si estáis interesados en los bits más caros pero también más seguros de la historia, aquí tenéis el enlace.