0

Michael Reichmann: Ensayo – «Lo enemigo de lo excelente es lo suficientemente bueno»

Esta imagen nada tiene que ver con el tema, pero ilustra el artículo, y es muy guapa

Hoy Michael Reichmann publica en su WEB Luminous-Landscape un interesante ensayo que ha titulado «J’acusse: The Enemy of Excellence is «Good Enough», que viene a ser algo así como «Yo acuso: Lo enemigo de lo excelente es lo suficientemente bueno.

En él se pregunta como es posible que los fabricantes de nuestro gremio saquen productos al mercado muchas veces sin pulir, con defectos evidentes, la mayoría de las veces leves o moderados, pero a veces graves. esos defectos, algunas veces pueden solucionarse por sucesivos y continuos firmwares, pero otras veces no, y requieren costosas soluciones de «hardware» via SAT, y en ocasiones no tiene solución.

Hace una analogía con el mercado del automovil, que tiene una tasa de renovación parecida al mercado fotográfico (eso dice) y se pregunta por qué casi nunca aparecen taras en los nuevos modelos. ¿ Porqué en los coches no, y en las cámaras si. ?

Pues él concluye que básicamente por dos razones:

Los fabricantes de coches hacen muchas más pruebas de campo previas a la salida de un nuevo modelo al mercado.

  • A los fabricantes de coches les encantan los coches, desde los ingenieros y diseñadores hasta los ejecutivos de alto nivel, mientras que Michael piensa no pasa lo mismo con los fabricantes de equipos fotográficos, y habla con conocimiento de causa pues durante su ya larga carrera profesional ha tenido tratos con muchos de ellos.
  • El artículo es un poco más amplio, pero esas son las dos ideas fundamentales, y su único consejo final es que las firmas se nutran en sus equipos de personal que, además de estar altamente capacitado, se entusiasme de verdad por el trabajo que están haciendo.

Bueno. Es un ensayo y es su punto de vista, y reconozco que algo de razón puede tener.

Desde luego lo que es muy claro es que los productos fotográficos que llegan al mercado no están suficientemente maduros, y unos más y otros menos, sufren de defectos más o menos graves que desesperan a los usuarios nerviosos que han comprado los primeros. Esos defectos suelen mejorarse vía «firmwares», pero a veces no es posible y habrá que esperar a la próxima generación.

Si yo hubiera abordado este tema, quizás lo hubiera titulado «Beta-testers gratuitos y aborregados». ¿ Por qué ?

Pues porque los fabricantes se han acostumbrado a tener muchos miles de «probadores» en los sufridos usuarios. Son ellos (nosotros) los que con el uso descubren las carencias, problemas o defectos que puede tener un nuevo modelo de cámara. La mayoría de las veces nos «tragamos el marron» con una cierta desilusión, pero no hacemos nada más. Solo cuando el problema es muy «gordo» y masivo, sale a la luz, lo comentan algunas WEB’s de las de referencia, y entonces si, los fabricantes intentan darle una solución, echar tierra encima, o mirar para otro lado según el caso.

Si los fabricantes consiguen ese servicio de forma gratuita, y además los probadores-usuarios, ni se quejan formalmente, ni montan un buen «pollo», para que preocuparse por nada más. Ya les va bien así.

Respecto a que la solución sea que los fabricantes se nutran de unos equipos humanos que además de tener una preparación idónea les encante lo que hacen y sean entusiastas de los productos que fabrican, eso lo veo hoy en día mucho más difícil. Ojalá fuera así, pero tal como está el mundo, con los sueldos que se pagan, y con la situación del mercado, me resulta muy difícil creer que van a volver los tiempos en que Hasseblad, por ejemplo, incluía en sus cámaras y objetivos un cartoncito adjunto a la garantía que iba firmado por la persona que había ensamblado y revisado el producto, rogando que si el usuario tenía cualquier problema, se pusiera en contacto personalmente con él, pues se sentía absolutamente responsable de la calidad final de lo que había montado con sus manos. Yo tengo tres de esos cartoncitos, y alguna vez, cuando me da la «depre» me los miro con cariño y nostalgia.

Quizás en el mundo de la Formula Uno, en el campo de los automóviles, o en el CERN, en el campo de la «Fisica de Partículas», queden aún entusiastas de lo suyo, pero en casi todo lo demás, serán raras excepciones.

En fin. No es más que un ensayo, y con el traductor «Google» se entiende bastante bien.

No me hagáis caso. Al acabar de escribir esto me he ido a ver mis cartoncitos Hassel.

Artículo Michael Reichmann acusa

adolfo

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

This site uses Akismet to reduce spam. Learn how your comment data is processed.