Yo tengo un amigo que suelta la frase «Virgen Santa del Amor Hermoso» cada vez que ve algo sorprendente, chocante, o cualquier otra cosa que le haga erizar los pocos pelos que le quedan.
Pues bien. Hoy soy yo quien digo «Virgen Santa del Amor Hermoso», porque acabo de ver en «Fotoactualidad» un par de videos de como se «mueve» el sensor de la Olympus E-M5 al funcionar el sofisticadísimo sistema de estabilización en 5 ejes.
Por lo que se ve, el sensor trabaja en una posición «flotante» que no coincide con la de reposo, eso lo veréis en el segundo video, y a partir de esa posición inestable, inicia su desenfrenado baile para corregir el tembleque del fotógrafo.
¿ Lo que más me ha sorprendido ? Pues en enorme recorrido que parece tener el sensor. Así a ojo, yo le echaría que se puede mover más de 3 mm en cada sentido. Es alucinante. Da verdadero miedo.
Yo es que ya soy muy mayor, y vengo de una tradición en que la distancia entre la montura y el plano de la película debía ser inmutable y grabada a fuego en el cuerpo de titanio de la propia cámara. Solo eso garantiza un enfoque perfecto, una planeidad sin desvios, y una perpendicularidad al eje óptico con precisión astronómica.
Comprenderéis que ver moverse al sensor a ritmo de cintura de bailarina Hawaiana, casi me produce un síncope y os quedáis sin blog.
Lo dicho. Soy ya muy mayor.
Este es el primes video: donde se ve el bailoteo «hawaiano».
[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=OiSw5ljeoT0#!&feature=player_embedded[/youtube]
Y este es el segundo, donde veréis que el sensor, agotado despues de su enloquecido baile, vuelve a su posición de reposo cuando la cámara se apaga.
[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=U4jViGmfhLw&feature=player_embedded[/youtube]
No voy a dar ahora mi opinión sobre la fragilidad que supone un tan delicadísimo sistema movido por micromotores y con tantos grados de libertad. Sin duda es eficaz. Eso ya lo sabemos. Y se supone que estará bien hecho, será fiable, durará mucho, y garantizará a largo plazo los parámetros que comenté. Pero, a mi me da «yu-yu», no lo puedo evitar. Por eso acabo como empecé.
«Virgen Santa del Amor Hermoso»: Rogad por nosotros.
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