Siempre he sido rellenito, y más cuando era un crío bien pequeño. Cuando yo tenía entre 6 y 8 años e iba al colegio de los Hermanos Maristas, aquí en Barcelona, uno de los días que más odiaba era el día que hacíamos gimnasia.
Teníamos en aquella época unos profesores, al menos los que a mi me tocaron, que eran policías (de los grises), no se si buscándose un sobresueldo, o ya retirados, pero el caso es que lo único que nos enseñaban era «instrucción militar» y después nos obligaban a enfrentarnos a pecho descubierto con toda una serie de aparatos de tortura dignos de «La Inquisición» que respondían a los curiosos nombres de potro, plinton, y sobre todo la cuerda de nudos, el palo y la cuerda lisa, todo en sus variantes más sádicas.
Yo era el gordito de la clase, y por obra y gracia de los grandes pedagogos policías, el hazme reír de todos mis compañeros en tamaños descomunales desafíos.
Esas cosas se graban a fuego en el cerebro de un crío, y seguramente han sido los culpables no ya de que no me guste practicar ningún deporte, sino de que ni siquiera me guste verlo ni en directo ni por televisión. En fin, cada uno tiene sus propias miserias, y esta es una más de las muchas mías. Vale, vale. Reconozco que son batallitas de abuelete, pero son mis batallitas, y las he sufrido en propia carne.
Por ello entenderéis que no me ha causado ninguna emoción ver que Álvaro Méndez publica hoy en «Que sabes de» una prueba comparativa de cuatro cámaras de las llamadas «Action Cameras», de las que la GoPro fue la primera y el resto cabalgan tras su estela en busca de una parte del pastel.
Lo que si puedo decir es que una vez vi un video FullHD grabado con una GoPro en una TV grande y la verdad es que era impresionante su calidad.
Las cámaras analizadas son estas:
- Sony Action Cam HDR-AS15
- iON Air Pro WiFi
- GoPro HERO3 Silver Edition
- JVC ADIXXION GC-XA1.
Así que ya lo sabéis, para todos aquellos que no arrastréis un trauma de niñez, aquí os dejo el completísimo análisis de Álvaro.