Como complemento (o continuación) al artículo que os comenté hace unos días de sobre gPhoto, escrito por Mikel Eguzkia en CSC Magazine: Ftc 22-2-2013, hoy el mismo autor y medio publican otro artículo hablando de un servicio de almacenamiento en «la nube» también del tipo «open source».
La alternativa se llama ownCloud (algo así como nuestra propia nube) y pretende ser la apuesta libre a servicios tan conocidos como Dropbox, Sugarsync, Amazon Cloud, Skydrive, Google Drive, con versiones gratuitas y limitadas que previo pago se expanden en características y capacidad.
Como muy bien dice el artículo en su inicio, «cada vez más medios y blogs empiezan a hacerse eco de la importancia de lo que la «nube» puede aportar a los usuarios del mundo de la fotografía. Aunque existen aún muchas barreras psicológicas que superar, los sistemas de cloud storage (almacenamiento en la nube) están ahí, y ofrecen una gran número de ventajas que no que cada vez se pueden obviar menos».
Lo de la barrera psicológica es bien cierto, y en mi opinión va ligada a la edad. Yo no la he traspasado aún, y aún reconociendo las ventajas, creo que no la llegaré a traspasar nunca. Mis padres, ya muy mayores, jamás han sabido programar un video. Yo, que he visto nacer el ordenador personal, me miro con recelo cualquier cosa que huela a software, en particular las actualizaciones de «firmware» y ni tengo ni he necesitado nunca un smartphone. Sin embargo mi hija los maneja con soltura y es la única cosa que nunca se deja olvidada en ningún sitio. Los bebés de pocos meses aporrean y deslizan la mar de contentos los iconos que aparecen en un tablet. Es ley de vida, supongo.
Si os interesa este mundo, aquí os dejo el enlace.
…….ya se sabe, la capacidad adaptativa disminuye con la edad y la pereza intelectual tambien 🙂
Ademas con el paso de los años y el cumulo de experiencias uno llega a la conclusión que hay mucha chorrada en esta vida que nos alinea y nos ata y que nos ha llevado mucha energia y tiempo de nuestra vida y es entonces cuando uno trata de centrarse en aspectos más esenciales y relativiza aspectos que en epocas anteriores se consideraban de suma importancia.
Os aviso cuando edite mi proximo libro de filosofia mundana.
Luis, pues lo has plasmado a la perfección.
….entonces Mermadon a ti te regalo el libro 🙂
No entiendo demasiado bien porque si alguien no adopta o se adapta, a la nube almacenadora en este caso, automáticamente debe hacerse mirar sus «barreras sicológicas». Mucho gadgetosicólogo anda suelto, parece una sociopatía.
Salud y saludos.
Cierto Javier, con el agravante de la perdida (al menos relativa) de la privacidad, ya que ponemos en manos de un tercero la gestión de nuestros contenidos digitales.
Si para colmo leemos con detalle la letra pequeña de muchos de esos servicios online la sorpresa puede ser mayúscula, ya que están capacitados para cambiar las reglas de juego (vease Instagram) de la noche a la mañana con la excusa de cualquier actualización del software rutinaria. (Aceptas?)
El caso Instagram, revela como una compañía puede colarnos el gol de poder distribuir nuestro contenido a terceras partes, incluso renunciando a nuestros legítimos derechos de autor. (A pesar de la rectificación, ahí está el precedente, junto al de facebook y otras compañías similares)
Ciertamente este software opensource surge para combatir ese abuso y podernos montar nuestra propia nube privada. Existen muchas alternativas basadas en pequeños discos duros para copia de seguridad con servidor online que nos permite crearnos nuestra propia nube sin más condiciones que las que nosotros queramos establecer (seguridad, velocidad de acceso, tamaño, etc) a un precio verdaderamente módico.