Nos cuenta «Que sabes de» que hay algún «desalmado» (con perdón) en Toshiba al que se le ha ocurrido diseñar un sensor de 13 Mpixels con un tamaño de 1/3″, lo que da un tamaño de celda de 1,2 micrones. Semejante «proeza» (que debería ser castigada de forma inmediata con la excomunión firmada por Paco I y después la hoguera, pero despacito, a fuego lento) no es la característica más destacable del invento. Lo es el hecho de que el módulo completo solo mida 4.7 mm de espesor lo que va a permitir embutirlo en artilugios móviles (telefonillos y tabletas) cada vez más finos.
Pues eso. Simplemente que lo sepáis. Los telefonillos no tienen vergüenza, al menos vergüenza fotográfica. Su negocio no es ese, afortunadamente, y ojalá sea así para siempre jamás, amen.