Lo primero que me viene a la cabeza cuando veo cualquier tutorial de Photoshop es la pregunta ¿ por qué seré yo tan zoquete para estas cosas ?
Si me seguís ya sabéis que yo uso Photoshop simplemente como soporte de ACR, y que cada vez que alguien menciona «capas», me entran sudores fríos por todo el cuerpo. Tendría muy complicado decidir si soy más negado para Photoshop que para los idiomas, o viceversa. Dejémoslo en empate técnico. Esa es una de mis desgracias (que no la única).
Lo cierto es que cada vez que veo un tutorial de Photoshop siento una sana (que demonios sana, una cochina) envidia por no saber aprovechar todas las posibilidades que el software ofrece. ¿ Será cosa de la edad ? No, no creo. Hay personas de mi quinta que se manejan perfectamente en Photoshop, que son felices con sus «smarphones» en los bolsillos, y que no le tienen miedo a esa especie de pandemia mundial que se ampara bajo el taimado nombre de «software». Yo si, y los envidio.
Ay señor, si mi amigo y WEB Manager Simone Scalzo, que es «Master Cum Laude» en cosas de Adobe, lee esto, seguro que me corre agorrazos.
Bueno, menos rollo.
Hoy veo en Caborian que Gus Bustello nos cuenta en un tutorial que parece muy sencillo (para todos menos para mi) una forma de aumentar la acutancia de las imágenes pero de forma selectiva.
El saber no ocupa lugar, solo exige un poco de tiempo y esfuerzo.
Si tenéis curiosidad le podéis echar un vistazo aquí.