Para cuando la estabilización de imagen resulta insuficiente.
Nuestro querido dúo dinámico pone hoy bajo la picota a un trípode bastante especial. Es el Vanguard (que ya sabéis a mi siempre me suena a tele vieja en blanco y negro) ABEO Pro 283CGH, al que le han puesto además una rótula de bola GH-300T que es de esas que llevan un accionamiento de pistola.
El trípode es de fibra de carbono y el conjunto probado se va sobre los 600 euros.
Yo uso un trípode de carbono (no es Vanguard, pero da lo mismo) y debo decir que en cuanto pruebas uno ya no hay vuelta atrás. El aluminio se te antoja pesado como un muerto. Una vez en una feria probé, pero solo unos segundos, una rótula de pistola y no me gustó las sensaciones que tuve. Era menos sofisticada que la de esta prueba, y como el veredicto de este análisis es más que positivo me callo y no digo nada. Seguramente fue porque no tuve tiempo de adaptarme.
Lo que si ratifico es que los trípodes de carbono, aunque son ligeros, son muy estables y se comportan como un sólido rígido. Yo no he tenido ningún problema de trepidación. El mío es de rosca y de 4 tramos, y el único argumento en contra que le encuentro es que es muy lento de desplegar y de plegar.
La ficha técnica del espécimen probado es esta:
• Largo, plegado: 76,5 cm
• Altura máxima, con columna: 171,5 cm
• Altura máxima, sin columna: 138,5 cm
• Numero de secciones: 3
• Sección de las patas: 2,8 cm
• Peso: 3,05 Kg.
• Carga máxima: 8,0 Kg
• Giro: 360 grados
• Basculamiento frontal: +90 grados -8 grados
• Basculamiento lateral: +90 grados -32 grados
El mismo modelo de trípode de Vanguard pero fabricado en aluminio pesa 300 gramos más. ¿Podemos considerar la cifra de 300 gramos como un «muerto»? ¿¿¿¿¿¿¿???????
Si quieres librarte de ese muerto de 300 gramos, siempre puedes pagar 300€ más y fardar de trípode de carbono, claro.