El bueno de Carl Zeiss hace ya 125 años que nos dejó, pero solo ahora a algún marketiniano de su prestigiosa firma se le acaba de ocurrir la brillante idea de hacer desaparecer para siempre su nombre de las ópticas y objetivos de la firma y dejar solo el apellido.
Así pues, que sepáis que a partir de ahora las inscripciones Carl Zeiss T* han pasado a categoría de coleccionismo. Ahora los objetivos serán simplemente Zeiss T*.
Sin duda con ello ahorrará puntas en las máquinas que hacían el grabado y pintura en las que lo rellenaban. Todo sea por el ahorro. ¿ Que no ? No, seguramente no será por eso. Igual es que Carl sonaba un poco antiguo, y eso de un Carl Zeiss Touit no quedaba fino.
Hace bastante tiempo un señor con una guitarra dijo aquello de «Qui perd els orígens, perd identitat» (el que pierde los orígenes, pierde identidad), pero es lógico que los marketinianos de la Sra.Merkel no conozca ni de oído a un tal Raimon. Son los signos de nuestro tiempo, deprisa, breve, y de inmediato.
«El pueblo que olvida su historia, esta condenado a repetirla». Tambien podria aplicarse aqui, en el mundo de la fotografia.
Despreciamos lo antiguo por caduco y obsoleto. Lo arrinconamos y lo ninguneamos. Luego viene algun iluminado, lo recoge, le limpia la cara y te lo vende como la mas nueva novedad. Y los «tontacos» meando colonia porque se lo creen que eso es lo mas nuevo.
(he puesto «tontaco» por no poner otro adjetivo mas «internetero» que tambien comienza por «T» y es una especie que abunda por todas las redes y sitios de participacion)