Sigma está haciendo las cosas bien, ah, ¿ que eso ya lo había dicho alguna vez ?, pues nada, me ratifico.
Iker Morán, muy pillo él, se agencia un Sigma 18-35mmF1,8 DC HSM Art, se lo calza a una veterana Canon EOS-7D y se va a pasear con él por Barcelona y alrededores (con estos calores, yo no me hubiera atrevido).
Pone mucho hincapié en que se trata de un modelo de pre-producción y que por tanto las conclusiones no pueden ser consideradas como definitivas.
Aún así, ya sabéis que este cristalito ha sido ya analizado alguna que otra vez y de ello hemos hablado aquí. Iker no hace más que corroborar las primeras impresiones. Apunta maneras, vaya si las apunta. Es muy bueno, con algún matiz.
Destaco este párrafo que me parece de lo más juicioso. Dice Iker:
Con unas focales equivalentes a 27-53 milímetros en paso universal, la gracia de este zoom está precisamente en su apertura máxima de f1.8. Dicho de otro modo, por un precio inferior a 900 euros podemos tener en una sola pieza un 28, un 35 y un 50 milímetros con una luminosidad de f1.8. Todo ello pensando siempre en clave APS-C, claro.
Si queréis saber más, en el artículo hay un montón de explicaciones y muestras a tamaño real en JPG y en RAW que tienen muy buena pinta.
Toma de contacto con muestras.
Actualización: 9-7-2013
Justo al día siguiente Photography Blog presenta su análisis, y el objetivo sale la mar de airoso de la prueba, y eso que lo ha probado con una Canon EOS 700D (que malo soy).
La nota global es de 9,6 sobre 10 y la calidad de imagen 10 sobre 10. Oiga, y punto pelota.
Nikanon, echaros a temblarrrrr!!!
A espabilar toca.