Si no trabajas, te mueres, y si trabajas, revientas.
Sin comentarios.
Hoy no es un chiste de Forges, es algo mas serio.
Alguien tiene que poner orden en todo esto. La naturaleza ha creado la inteligencia, y nosotros la ninguneamos continuamente en aras del poderoso caballero: Paco Ibañez cuando era joven.
Que los contratos fijos pierdan sus privilegios ¿ que privilegios ?, son derechos logrados con muchos años y muchos sufrimientos ?, y que los contratos temporales no lleguen a tenerlos nunca. Suficiente privilegio es trabajar, como para encima imponer o mendigar condiciones. Eso dicen los que mandan.
Pero que coño de mundo estamos haciendo.
Perdón, no me he podido aguantar.
Lo he visto en El País de hoy y se me ha alterado la sangre. Estoy seguro que me disculparéis.
Con tu permiso Adolfo, y si lo crees conveniente (esto es tu casa) borralo, pero me voy a ir de la tecla:
Me cago en todo!. En su ascendencia, descendencia y lo que les rodea.
No somos piezas, ni tornillos. No somos maquinas ni de «usar y tirar». Tenemos sangre y sentimientos. Vivimos y respiramos. Comemos, bebemos, soñamos y nos emocionamos. Somos seres vivos. No carne con la que comerciar y decidir.
Vayanse ustedes a tomar por culo. Ustedes y sus vidas, inertes y pobres. Desconectadas de la realidad. Cansinas y carentes de ideales y de sentimientos. No se merecen ni el aire que respiran, desde el preciso momento que desprecian la vida de sus semejantes.
Hagannos un favor: Mueranse. No nos hacen falta. Dejen de parasitarnos.
Adolfo, si crees que me he pasado, tu mismo. Te prometo que me he «mordido las teclas» y he sido «elegante» y comedido. Pero me supera.
No Miquel. No te has pasado en absoluto.
Admito que algo tendría el chaval, pero las condiciones de trabajo no lo ayudaron precisamente.
Ya lo dice la palabra RRHH: somos recursos, como el papel de vater, que también lo es.
No te alteres Miquel, que tampoco lo va a arreglar. Me temo que hasta que no volvamos a tomar La Bastilla, todo segurá igual, y aún así, tampoco estoy seguro.
Esto me recuerda un tema que he estudiado sobre el liberalismo y la posterior revista industrial a finales del XVIII: todo era mercancía, incluido el trabajo. No descubro nada nuevo, pero es muy cierto que lo logrado por las políticas progresistas durante los últimos 100 años la derecha se lo está cargando porque a mi me da risa cuando el pop dice que su misión es defender a los trabajadores. Pues es un NO rotundo, es mentira, la derecha NUNCA ha doblado el espinal por el trabajador, todos estos conceptos conocidos como sindicalismo, vacaciones, seguridad social, prestaciones y protección NUNCA ha sido una idea de la derecha. Todos estos recursos para defender una vida digna surgieron originalmente de la izquierda y si no acordaría de los talleres sociales de finales del siglo XIX para defender a los trabajadores en Francia; pues la burguesía se cargó dichos talleres porque atentaba contra el liberalismo. Y así estamos ahora, la nueva burguesía vuelve con más fuerza para arrebatar nos lo que pertenece al pueblo… Por el bien del sacrosanto liberalismo
Ahh. Hay un comentario jocoso sobre esta desgracia y que la verdad, desgraciadamente tiene razón, lo publicaron en la web de público: decía así el comentario sobre la muerte del trabajador; el empresario preguntó: ¿pero terminó su trabajo?
No sé yo, no las tengo todas conmigo. Este becario iba para broker de banca de inversiones, que en mi entender no es cosa buena y si muy culpable de muchos desaguisados que sufrimos y más que nos va a tocar. No era un pobre becario superexplotado por sus jefes sino mas bien por él mismo y por la circustancia de donde se estaba metiendo. A mi lo que me acojona de verdad es reflexionar sobre lo que hubiera sido capaz de hacer si las cosas le hubieran ido bien y hubiera escalado en la organización, o en otras. Probablemente después de laducha, sino le hubiera dado el palo, cogería un taxi de la empresa que le había traido y le esperaba para volverlo a llevar. Estaba entrenando al límite como la teniente O´Neill, sus jefes le observarían los límites hasta los que podía llegar– límites que con dos clicks, al final de muchos otros, deciden sobre una empresa productiva, sobre un pais, sobre los magros ahorros de una vida…–, la rapidez al tomar decisiones, el nivel de riesgos asumidos y su discurso para decidir asumirlos, su capacidaz de depredación financiera, sus gestos, su moralidad. Luego evaluarlo con la posibilidad de integrarlo en un sitio donde iba a sacar mucha pasta, pero mucha. No me siento muy cómodo pensando, pobre becario, cabrones Merryll Linch BA, bueno, con esto último si.
Salud y saludos.
Si hay que tomar la bastilla otra vez, hay que pensar en rescatar la guillotina, pero no la que perfeccionó guillotine y que garantizaba una muerte lenta. Hay que rescatar esa de la cuchilla horizontal y que a vecesno cortaba bien y que había que volver a dejarla caer para terminar de seccionar el cuello del condenado. Adolfo, has hecho muy bien en poner este post, que aunque sea de fotografía , eso no nos vuelve inmunes a lo que ocurre en el mundo.
Quería decir la guillotina que garantizaba una muerte rápida perfeccionada por guillotina.
Si el trabajo es salud, que trabajen los enfermos…
(que sabio es el refranero popular, leches!)