Creo que no es la primera vez que lo oigo. A mi la idea no me disgusta, pero me temo que a los fabricantes, acostumbrados a tener de todo en su catálogo para fidelizar (podría llamarse de otra manera más cruel, pero a estas horas hay niños despiertos y no procede) a sus clientes sea cual sea el capricho que se les ocurra, no les va a hacer demasiado gracia.
Se trata de la concepción modular de un artilugio. En este caso el artilugio fetiche por excelencia de cualquiera que no se declare obsolescente vocacional: el telefonillo móvil, por supuesto, inteligente.
Partiendo de una arquitectura base, que dicho sea de paso debe ser endiabladamente sencilla pero a su vez muy inteligente, el modelo en particular, con todas sus prestaciones, se configuraría con una serie de módulos que no tienen por qué ser del mismo fabricante, cada uno con su función, y que trabajarían en perfecta simbiosis para la máxima satisfacción del cliente o usuario.
La actualización, según de que características, solo dependeria de la sustitución de uno o varios módulos, pero no de todos.
La idea conceptualmente es más vieja que el ir a pié, pero no conozco demasiados casos en que haya triunfado. El M43 es un modesto ejemplo, muy modesto, pero lo primero que se les ocurre a las primeras firmas de cualquier ramo es «que sea incompatible con todo lo demás», no vaya a ser los otros se aprovechen.
Ya digo que le idea no me desagrada. Veremos a donde llega.
Por cierto. La cosa es de Motorola, y Motorola es de Google, y Google es mucho Google. Tiene nombre y todo: se llama Project Ara, que en catalán significaría Proyecto Ahora, no está mal.
En fin. Palabra de Dios, te alabamos, Señor……….Google.
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