El bueno de Michael Reichmann, el amo de Luminous-Landscape, publica hoy un interesante artículo de opinión que por el título ya veréis por donde va: «El mito del FF».
Está en inglés, claro, y no es muy extenso, pero prefiero no haceros ningún resumen para no «sesgar» las conclusiones.
El meollo del asunto es como casi siempre el de siempre: «cada cosa para cada caso», pero para la mayoría de las ocasiones los formatos pequeños, de menos peso, menos tamaño, y menos precio, son más que suficientes. Y es verdad.
Pero por si acaso, Michael los tiene todos en el cajón (con su correspondiente cristalería), e igual echa mano de una M43 que de un respaldo PhaseOne IQ180 montado en un chasis ArcaSwiss. Así cualquiera.
Bueno, si os sobra un rato está bien.
No hace ni 24 horas que comentábamos las virtudes del formato APSC y la coherencia de Fuji al respecto.
Es cierto que Fuji debería dar un salto cualitativo en relación a la calidad de su sensor y a su resolución (llegando al menos hasta los 24Mp), sobre todo después de ver la calidad que es capaz de ofrecer la Nikon Df a 16 m).
El camino trazado y la oferta de cuerpos y cristalería de Fuji responde maravillosamente a lo que debería ser este formato, como concepto de sistema fotográfico a futuro: bueno, bonito y relativamente barato.
Dejando aparte el tema de la profundidad de campo asociada a cada formato parece claro que las compactas han sido ya absorbidas por los telefonillos y que el formato medio esta a punto de serlo por el FF hipervitaminado. Donde tenemos el campo de batalla es entre medio, disperso, variado pero incierto para hacer una inversión a largo plazo.