No es el ojo que todo lo ve, es el ojo donde todo se ve.
Pues tal que así. Eso es más o menos lo que nos cuentan los chicos de «Connect-Dpreview» que se han pasado un buen rato jugando con este artilugio como si fuera una cámara de verdad.
Si vuestra inquietud por semejante tema es tal que con las infusiones de tila y valeriana en vena no tenéis suficiente, no podéis perder un segundo en saciar vuestra curiosidad y así poder dormir tranquilos, que no está el patio como para añadir inquietudes a las ya cotidianas.
Hasta aquí, todo más o menos normal, pero ostras, voy a mirar en «Que sabes de» y me veo que nuestro chicarrón del norte publica un artículo hablando exactamente del mismo tema.
Desde mi paso por los Hermanos Maristas, allá por el cretácico inferior, dejé de creer en milagros, y mi paso por la vida ha hecho que me vuelva escéptico ante las casualidades, así que supongo que alguna cosa tendrá que ver el MWC que empezó ayer en Barcelona y que se nota si más no por los atascos y riadas de taxi que pululan por la Gran Vía de mi ciudad entre la Pza.España y la Feria en L’Hospitalet.
El análisis, como no podía ser de otra manera por su autor, es mucho mejor y más completo que el anterior.
Lo que no sabía yo es que Iker era un friolero. Aquí lo podéis ver ataviado con un gorro y deambulando por algunos rincones de la ciudad mientras nos comenta las virtudes del telefonillo con ínfulas suficientes para optar a cámara decente.
[vimeo]http://www.vimeo.com/87267261[/vimeo]
Que lástima que las fotos de Iker no se vean a resolución completa. Sin llegar a ser una fantástica compacta, sólo le faltaría ser Android en vez de Windowsphone, tener un precio algo más ajustado y la posibilidad de ampliarlo con una tarjeta de memoria (rápida y de alta capacidad), pero no es el caso.
Nada, en unos añitos se nos ponen a la altura del sensor de 1″.
Las cámaras ahora más que nunca tienen que brillar por su ergonomía y accesos directos sino no merecen ser cámaras.