Nuestro querido profe nos deleita una vez más demostrando que no hay casi nada nuevo bajo el sol.
Esta vez la excusa para ilustrarnos es la patente de Sony por la que propone sensores curvos, y Valentín nos cuenta que esa idea no es ni remotamente nueva y que ya en el pleistoceno fotográfico peliculero había alguna cámara que se atrevía con ello.
¿ Queréis saber que ventajas tendría un sensor curvo ? ¿ Queréis saber quien se atrevió con ello hace muchos, pero que muchos años ?
Pues nada, echarle un vistazo a esto y estoy seguro que disfrutaréis.
Impresionante modo de cambiar las velocidades de obturación………..¡¡por gravedad!!