En algún sitio (no recuerdo donde) he leído que la EOS 1200D es la mejor cámara que se haya fabricado nunca para viajes. Seguramente tamaña sentencia no pueda tener otra procedencia que los Servicios de Inteligencia de la propia Canon filtrándola a las WEB’s más reputadas junto a algún abultado maletín repleto de billetes lila.
De esta opinión, que es mía y solo mía, solo podréis desprender que yo lo dudo mucho.
Del mismo modo que he jurado sobre lo más sagrado que no renovaré mi absolutamente obsoleto teléfono móvil del 2005 hasta que algún fabricante saque un telefonillo no inteligente con pantalla e-ink que pueda verse bien en cualquier condición de luz, también he jurado en el mismo sitio y sobre lo mismo que yo, como canonista desencantado, volveré a creer en Canon solo cuando saque la EOS 3D tal y como yo le he pedido reiteradamente hasta aburriros con ello. Amen.
Y después de este introito absolutamente prescindible pero muy a mi estilo, lo que de verdad os quería contar es que nuestro chicarrón del norte acaba de publicar su análisis a fondo de la citada maquinita que, e mi opinión, por lo menos tiene la virtud de no ser blanca. Para el resto, tendréis que leer el análisis de Iker. Y no digo nada más, que se me vería el plumero.
Nota tonta: Cuando me refería antes a los servicios de Inteligencia de Canon me refería a su negociado de contraespionaje tipo TIA (la de Mortadelo y Filemón), porque inteligencia, lo que dice inteligencia, al menos en los últimos años está demostrando muy poca. ¡¡¡ Jo, ¿ que puede haber en este mundo peor que un canonista desencantado ? !!!
No creo que le falte su parte de razón.
Yo ya perdí en un par de viajes, un par de cámaras.
Me hubiese gustado (dentro de lo malo), que hubiesen sido del calado de ésta….