Que levante la mano el que no haya pasado buenos ratos con alguno de estos. ¿ Nadie ? Ya decía yo.
Cuanto de entusiasmo y cuanto de realidad hay en lo que nos cuenta hoy Paco Rocha en DSLR Magazine, es una cosa que dejo a criterio de cada lector.
El grito de guerra es que «la película química no solo no ha muerto, sino que está volviendo».
Yo no estoy muy seguro de ello, pero me parece que va a pasar algo parecido a los discos de vinilo. Un buen disco de vinilo, con un equipo de campanillas, simplemente suena mejor que cualquier soporte digital por sofisticado que sea, al menos las primeras veces que se escucha y mejor todavía si es de las primeras unidades de una prensada a partir de un molde nuevo. Eso es una cosa que «servidor» puede atestiguar y confirmar de cuando mis orejas aún oían bien. Aún así ¿ que proporción hay hoy en día de tocadiscos serios frente a reproductores de CD, SACD, DVD-Audio, y demás artilugios digitales de inferior rango ?
Pues lo mismo con la foto, vamos digo yo. No me veo a mi mismo volviendo al mundo químico, salvo en blanco y negro. La emoción de ver aparecer una copia decente en un buen papel baritado y respirando vapor de vinagre es una cosa que solo pueden entender los que han pasado por ahí alguna vez.
Esto es lo que nos cuenta Paco en su primera entrega. Si me entero de las siguientes, os lo cuento.
Maravilloso repaso a las fabricas hoy en día de la maravillosa película de mis amores.
Nada, seguiremos siendo un minusculo grupo de aficionados, lo mismo que los del formato medio.
Es curioso comprobar como en el mundo del arte donde lo único es valorado y apreciado como genuina expresión se anima por parte de marchantes, comisionados y demás personajes del negocio a que la obra se haga sobre película. Lo digital hoy en día es considerado vulgar, facilmente falsificable y de dudosa perdurabilidad.