Cuando yo trabajaba en la primera empresa de telecomunicaciones de este país tenía cierta fama de responsable y cumplidor. Me decían mis compañeros que «era un espíritu puro y que solo vivía de trabajo», pues solía pasar más o menos unas 10-12 horas continuas en la faena, sin desayunar, ni comer, ni paradas para café ni cosas de esas que afectan a los demás mortales. Pienso que exageraban un poco, aunque solo fuera un poco.
La recompensa a todo eso fue echarme con el grado de prejubilado cuando cometí el delito de cumplir los 52 años. Dicho sea de paso, nuestro insigne presidente, Cesar Alierta, va a cumplir los 70 años, y allí sigue. Ya se sabe que la ley no es la misma para los de arriba que para todos los demás. Lo que en ellos es virtud, en los demás es pecado. Son cosas de IBEX35.
No os preocupéis, con el blog no llego a tanto. El promedio de horas al día que me paso delante del ordenata escribiendo chorradas viene a ser de 4 a 6 y a veces 8 horas, así que he mejorado bastante, y además, ahora como a mis horas. Claro está que la remuneración económica no es la misma. Antes, mal que bien me pagaban, y ahora me cuesta dinero.
Bueno, después de este introito innecesario, y puesto que de algo hay que vivir (por lo menos los demás), DSLR Magazine publica un «Publireportaje» sobre la gama de bolsas y mochilas Manfrotto Pro Light, para transportar todo tipo de artilugios fotográficos y de video.
No solo de Lowepro se alimenta nuestro gremio.
arriba adolfo!