No somos nada, y menos en calzoncillos: eso decía mi amigo el sabio cuando éramos los dos mucho más jóvenes.
Entiendo que estas cosas siempre empiezan con buena intención, pero también entiendo que la naturaleza humana suela acabar torciéndolas y por eso a mi siempre me dan más miedo que otra cosa este tipo de noticias.
Hace ya unas semanas comentábamos aquí muy por encima que el IPV4 (protocolo de internet de 32 bits) era el IP de los ordenadores y el IPV6 (lo mismo pero de 128 bits – wikipedia) iba a ser el IP de las cosas.
Pues bien, dentro de las cosas (bombillas, neveras, lavadoras, cafeteras, etc….) seguramente estaremos las personas y a no mucho tardar en lugar de Nº de DNI nos preguntarán por nuestra IP, y detrás de ella «El Gran Hermano» tendrá mucha más información de nosotros mismos que la que podamos imaginar.
A mi ya me pilla todo esto un poco mayor, y aunque le veo ciertamente lados buenos, le veo también muchos malos. En fin, veremos.
Alberto Ballestín nos habla de estas cosas en Que sabes de
Basta un solo tarado para que este tipo de tecnologias se conviertan en una pesadilla. Y como podemos comprobar desde hace tiempo a traves de las noticias, de tarados que nos administran andamos sobrados.
A mi este tipo de avances me ponen los pelos de punta pues no considero que debamos estar tan digitalizados. Vale que crecemos a ritmo exponencial pero en estas cosas podríamos guardarnos un poco más las espaldas y no exponer tanta información personal de nosotros mismos en la red.