El quinto jinete del «Apocalipsis Now»
Una de virus, y no va con segundas, que lo del Ébola y nuestra superministra del ramo, no tiene nombre y es una cosa muy seria.
Si alguna vez habéis pensado que yo soy catastrofista, echarle un vistazo al artículo que me envía un amigo por e-mail.
Por lo visto el USB va a ser el agujero negro por el que se cuele hacia el desagüe toda la tecnología que hasta ahora conocemos, y todo ello, como no, gracias a la malvada creatividad de algunos sujetos que por lo visto no tienen nada mejor que hacer en este mundo.
Ya lo he dicho muchas veces. Como el experimento del «Homo Sapiens» no ha salido bien, “Gaia” al final encontrará la manera de dar una oportunidad a las cucarachas, y nosotros le habremos ayudado. Al tiempo, aunque sea mucho tiempo.
Cada vez que nos conectamos a internet abrimos las puertas de par en par al malware, cada vez actualizamos el sistema, que vemos un vídeo, cada vez que descargamos una foto o abrimos un simple PDF, un terrible troyano puede permanecer residente en nuestro equipo para controlarnos a su antojo. De hecho, eso de lo que nos alertan, es precisamente lo que ya han hecho nuestros gobiernos y sus aliados controlando nuestro contenido y vida digital, vulnerando la base más elemental de nuestros derechos civiles, en aras de la defensa de enemigos que han alimentado y engordado durante años en su propio seno y que no tiene otra solución que un anti virus llamado educación/conocimiento, pan y respeto.
Nos quieren atemorizados, les da igual la forma: calendarios mayas, alienígenas, gripe aviar, sida, guerra fría, ébola, hombres de negro, o esta novedosa fórmula de «Apocalipsis USB». Asustados somos más controlables, pero sobre todo más predecibles, como el que diseña un código con la «teoría de juegos» e interactúa con la humanidad en su conjunto.
El USB quedará obsoleto en menos de una década, lo cual no quiere decir que deje de usarse, pero en 30 años la información ya no será física y la velocidad de transferencia desde nubes privadas ubicadas en dispositivos como nuestro reloj/teléfono podrán almacenar y gestionar cantidades de datos que hoy pueden parecernos monstruosamente gigantescas y lo harán cual servidores.
Pero el reto será anteponer la ética y la trasparencia, a pesar de tan descomunales avances, el gran hermano y el big data que hoy conocemos, en 100 años será capaz de predecir e interactuar con nuestros simples pensamientos… Y lo hará mucho más allá de nuestros datos; de hecho ya podemos controlar dispositivos y prótesis con nuestros pensamientos, y no tardarán en descodificar como gestionar esas interacciones de forma bidireccional.
Y ante todo eso, todos y cada uno de nosotros tenemos una gran misión en esta vida, que no es otra que educar a nuestros hijos libres de los temores que mueven a las masas, y cimentar la honestidad en sus mentes para anteponer y defender a ultranza los valores éticos, por encima de sus propios intereses personales.
Si tomamos conciencia, y actuamos colectivamente, tenemos una gran oportunidad como especie, y será así mientras el poder económico de occidente este cimentado en la imperfecta democracia. Mientras cada persona buena e informada pueda ejercer el voto libremente, tenemos la capacidad de erradicar todos los malwares instalados en nuestra sociedad.
Hace mucho que prescindí de instalar cualquier tipo de antivirus en mis dos ordenadores. Tener un antivirus instalado es como gritar a los cuatro vientos: mi ordenador está a vuestra disposición.
Desde entonces no tengo problemas ni de virus, troyanos y cosas de esas.
Siempre tenuendo cuidado donde entro.