Cada vez que veo algo sobre una impresora me entra una especie de «repelus culpable». Es mi asignatura pendiente, y creo que la de muchos prosumers, pero así como en el proceso de toma y revelado RAW posterior podemos ir trampeando más o menos todo el jaleo de la gestión de color, si añadimos el tema de impresión, ahí no hay excusa que valga, y eso me da una pereza atroz. Consecuencia: pues ya no imprimo ninguna copia y me limito a verlas en el ordenata o en la tele.
Es la crónica de una carencia, la mía, sobre el tema de calibrado y gestión de color. Seguro que si Hugo Rodríguez se pasa por aquí por un casual, me borra de su lista de correo.
Bueno, a lo que íbamos. Epson, que de esto debería saber un rato pues no es nueva en este oficio, presenta una nueva impresora que se llama Epson SureColor P600, y que vale para todo pero está pensada para foto. Es capaz de un ancho de 33 cm, con lo cual las copias más normalitas que serían las de 30×40 saldrán estupendamente gracias a (lo dejo en inglés que queda mucho más intelectual, y se entiende bien):
With next-generation Epson UltraChrome HD pigment inks driven by enhanced AccuPhoto HD imaging technology to produce exhibition-quality black-and-white prints with «never before seen» pigment black density and «stunningly vivid» colour prints
Tiene 9 tinteros y juran que saca unas copias en blanco y negro que asombrarían al mismísimo Ansel Adams. Naturalmente tiene Wi-Fi, y no es que sea tremendamente cara, siempre que no compres papeles ni tinteros. Cuesta sobre los 800 dólares.
Lo cuenta Photography Blog, pero aquí os lo explican todo: Epson P600.