La primera cámara digital que yo tuve fue una Canon PowerShot S60. Era por el año 2004. la cámara cumplió con su obligación y al cabo de unos años se le murió el sensor como solía pasar por entonces. Setelsa me lo cambió de forma gratuita pero lo pusieron torcido y nunca más enfocó toda la imagen a la vez. Nunca me atreví a reclamar. Aún la tengo y funciona, pero por lo anterior, está guardada en el baúl de los recuerdos.
Pues bien, al poco de tenerla se me ocurrió fabricarme un visor para poder ver mejor en plena calle. Busqué y encontré un visor de diapositivas de esos de todo a 100. Le quité la pantalla mate y le puse un marco de fieltro para que no rallara la pantalla. El invento, que aún tengo, me costó 1 euro y era terriblemente eficaz.
Pues nada, ahora uno de los mejores cristaleros del mundo, anuncia la disponibilidad en UK, aunque imagino que en los demás sitios también, de mi sofisticado invento pero con un mejor acabado y específico para una de las cámaras más singulares, por dentro y por fuera, del momento actual.
La cámara es la Sigma DP Quattro y el visor es el LCD Viewfinder LVF-01.
¿ Por qué no patenté el invento entonces y me hice trillonario ? Pues porque me pareció que no era ningún invento, pues las lupas de enfoque sobre los vidrios esmerilados de las cámaras de banco desde que se inventó la foto eran ya exactamente eso. Uno, que no es un emprendedor.
No se os escapará que por necesidades del guión me ha salido un artículo vertical, pero tampoco queda mal, y además, es simpático.