Iker Morán analiza a fondo la Nikon D5500 e intenta responder a la pregunta del millón.

¿ Lo dejamos en D5350 y todos contentos ? Vale, trato hecho.

¿ Y cual es la pregunta del millón ? Pues sería algo así:

¿ Considera el agudo lector que el nombre de D5500 ya está bien puesto o más bien debería haberse llamado D5301 ? ¿ Captáis ?

Bueno, pues Iker argumenta muy bien su sentencia y la adereza con todo tipo de pruebas para llegar a una conclusión donde dice exactamente esto.

Habíamos llegado hasta aquí no preguntándonos si la Nikon D5500 era una buena opción (es evidente que lo es), sino si merecía la pena dar el salto desde la D5300 o pagar un poco más por ella. Tras unas semanas y algún que otro viaje juntos, la verdad es que esta réflex nikonista nos convence, pero estamos convencidos de que más que de un relevo se trata de un complemento para la D5300.

Lo mismo que Canon tiene una amplia oferta en la gama media con modelos casi clónicos entre ellos, no parece descabellado pensar en esta D5500 como una opción situada ligeramente por encima de la D5300.

Podréis consultar el sumario completo del caso y todas las pruebas periciales en formato JPG y RAW en Que sabes de

Y sin más temas que tratar, se levanta la sesión, o se disuelve este artículo, como prefiráis.