Nuestro querido dúo dinámico le mete hoy mano (con perdón) al objetivo todoterreno pero nada ligero ni discreto Sony FE 24-240 mm f/3,5-6,3 G OSS, ideal para los que no quieran ir cambiando de objetivo, y para que no quede ninguna duda sobre la virtudes o carencias del mismo, lo han encasquetado (malvados ellos) delante de una Sony Alfa 7R con sus 36 Mpixels de nada.
El resultado no lo voy a desvelar para no quitarle emoción al asunto, pero si os diré que algunas muestras se pueden ver a tamaño real, y eso, en la Alfa 7R es muy grande. No esperéis ver algo tipo Zeiss Otus, que este es un todoterreno y solo cobran por él 1.000 euros.
Otra cosa os diré, y es que el artículo se podía haber titulado: «de como los bits ayudan al cristal, o de como el software ayuda donde la óptica no llega», o algo similar. Así ya doy pistas de por donde va el asunto.
Esta es la prueba de campo (que no de playa) en DSLR Magazine
Y ya de paso, los episodios anteriores, también en DSLR Magazine
Y ahora un consejo de amigo, o de alguien que pretende serlo: «Yo que tu, no lo haría, forastero», y menos con una Alfa 7R.
Actualización:
Minutos más tarde me encuentro con otra prueba de campo del mismo objetivo y sobre la misma cámara, pero esta vez hecha por «Que sabes de» y en Barcelona.
Como yo no creo en las casualidades, y de los milagros ya se encargaron que renegara los Hermanos Maristas en mi más tierna infancia, estoy seguro de que se ha tenido que producir alguna extraña conjunción astral que haya propiciado tan improbable fenómeno.
Sea como sea, y dejando en paz a los astros, que bastante faena tienen con seguir al pie de la letra las leyes de Newton-Einstein, aquí podéis ver el análisis con muestras JPG y RAW, de la Alfa 7R, para que sin trampa ni cartón veáis lo que puede dar de si.
Jo, que delicado es todo con 36 Mpixels: enfoque, trepidación, velocidad de obturación, ect…….
Cada vez estoy más convencido de que los 24 Mpixels de la Nikon 750D y alguna que otra más, o los presuntos 28 Mpixels de la presunta EOS 5D Mark IV, son el compromiso más equilibrado para el FF. Los 36 ó los 50 Mpixels son una osadía, y seguramente darán más disgustos que alegrías.
¿ Por qué me habré arrimado otra vez el agua a mi molino o el ascua a mi sardina ? ¿ Será por aquello de que la cabra siempre acaba tirando pal monte ?
No sufráis por mi. Os prometo, con la mano encima de las papeletas de votos de todos los votos de este año «votal» por excelencia, que antes de comprar la EOS 5DS-R la probaré y solo se vendrá a casa conmigo si estoy bien convencido de que voy a disfrutar con ella, que para sufrir ya hay otros muchos motivos en este proceloso mundo que «nos han tocado» vivir.
Nos da su opinión Iker Morán y Álvaro Méndez, otro dúo bien dinámico e igual de perverso, pues le ha puesto también la A7R detrás.