Se me ocurre que esto es una soberana tontería, pero solo tres milisegundos después me imagino a mi mismo (o a otro cualquiera), con cartones, tijeras, y cinta aislante negra explicándole a un chaval o chavala jovencillos de esos que han nacido con un telefonillo en la mano, precisamente desde donde partió todo, y ya no me parece ninguna tontería, es más , me parece una aventura casi apasionante.
El misterioso asunto viene de que, a pocos día de celebrarse el día Mundial de la Fotografía Estenopeica que el 26 de abril (oiga, hay días para todo, así que por qué no una de la fotografía en su esencia), Eduardo Parra presenta un artículo donde explica la construcción de principio a fin de una cámara estenopéica que naturalmente funciona con película de paso universal, conceptos ambos que sonarán a chino a nuestro joven escuchante.
Si yo tuviera un hijo, sobrino, o similares en edad de escuchar, que no es el caso, igual me animaba.
Lo cuenta Eduardo Parra en Que sabes de
Que pensaría un jovenzuelo? Lo mismo que yo que tampoco estoy familiarizado con esto. Entré tardíamente a la fotografía ya en la era digital. Saludos