El espécimen en manos del patólogo.
Si eso de las autopsias os marea y sois de los que se desmayan al ver sangre mejor no pasaros por la autopsia controlada que hace el bueno de Roger Cicala a una nueva y flamante Canon EOS 5DS-R.
Pienso que Roger es una de las pocas personas en este mundo que se puede permitir el lujo de comprar una de estas y despanzurrarla inmediatamente, y eso lo hace porque las compra a sacos para su negocio de alquiler. Yo, en lugar de asesinarla la hubiera llevado al laboratorio de DxO Mark, a ver que nos cuentan estos chicos que ya están tardando mucho.
A pesar de ser un despiece importante no he visto el sensor ni tampoco los delicados mecanismos que Canon ha tenido que incorporar para amortiguar el levantamiento del espejo por su incapacidad de implementar una primera cortinilla electrónica en el sensor, tal como ya tiene la Nikon D810 y la Sony Alfa 7R II.
Lo dicho, aquí está la «necrológica» y la autopsia en la sala de patología forense
Cuando la vuelva a armar, ¿funcionará?