El bueno de Roger Cicala, de Lens Rental, como compra los objetivos a sacos y tiene un sistema automático de medición basado en Imatest, de vez en cuando se permite el lujo de comparar características entre distintos ejemplares de un mismo objetivo y constatar su sorprendente dispersión.
Los resultados son de aquellas cosas que crean afición o sarpullido, según quien lo lea, pero en ningún caso te dejan indiferente.
Hoy publica uno de esos artículos donde pone de manifiesto que la compra de un objetivo es lo más parecido a una ruleta rusa que uno se pueda imaginar, de ahí la importancia (si se puede y se tiene la paciencia) de probar unos cuantos del mismo modelo antes de quedarse con el mejor. Yo, humildemente reconozco que aún teniendo esa posibilidad, no me he atrevido a hacerlo con mis últimas compras. Ya me ha resultado penoso hacer el ajuste de micro AF en mis últimos dos objetivos, como para tener que hacerlo con varios ejemplares de cada uno. Habría acabado «turulato», lo cual no quiere decir que vosotros lo hagáis si tenéis oportunidad.
Roger tiene una tabla que llama «tabla de consistencia» y que si no he entendido mal mide la dispersión de características entre diferentes unidades del mismo objetivo. No la he analizado a fondo, pero prometo solemnemente no hacerlo, pues uno ya no está como para aguantar demasiados disgustos.
En esta tabla el número que mide la consistencia mientras más alto, mejor. Como ejemplo entre los incluidos, el más alto de todos es «sorprendentemente» el Canon EF 100mmF2,8L Macro IS con un 9,5, y el más bajo es «ex aequo» el Canon 100mmF2 y el Rokinon 35mm F1,4 con un tristísimo 3,6. Menos mal que no están contemplados los objetivos zoom, pues en caso contrario seguro que tendría que haber bajado a la farmacia a por un frasco de Nervocalm Forte.
Yo ya he avisado, así que bajo vuestra responsabilidad, si queréis no volver a dormir tranquilos nunca más, lo tenéis muy fácil.
Lo he visto, y no debería haberle hecho caso, en Dpreview