Que la humanidad está condenada a sucumbir cocida en su propio jugo bajo el inconmensurable flujo de microondas que nos invaden por todos sitios desde que los sabios descubrieron la manera de arrinconar al sufrido cable y sustituirlo por un sinnúmero de tecnologías inalámbricas, es una cosa tan evidente que hasta al mismísimo profeta Nostradamus se le podía haber ocurrido aunque no fue así.
Una prueba más del asunto, un granito de arena en la inmensidad de las playas, una gota de agua en la mar oceana, lo aporta hoy Toshiba con su nueva tarjeta SDHC que combina una tarjeta Class 10 con la tecnología TransferJet.
El cielo nos asista a todos en nuestro programado Holocausto. Las cucarachas tendrán por fin su oportunidad.
Lo acabo de ver en Photography Blog y después en Dpreview