Y hasta ahí puedo y quiero leer para que no os emocionéis antes de la cuenta.
Ay mis queridas montañas. Bueno, estas son otras, pero también valen.
Y hasta ahí puedo y quiero leer para que no os emocionéis antes de la cuenta.
Ay mis queridas montañas. Bueno, estas son otras, pero también valen.
Que envidia, yo también quería.
¡Que gozada!