Una aclaración necesaria del palabro «vidiota», que utilizo mucho, y que no tiene nada de peyorativo.

La sede actual de TID en Barcelona, en el Forum de las Culturas, al lado del mar justo al final de «La Diagonal».

Muchas veces utilizo «vidiota», un palabro inventado por mi y que los no iniciados en el blog es posible que le encuentren un tono un tanto peyorativo. Nunca se me ocurriría insultar a nadie y mucho menos utilizar un tono soberbio o despectivo para gustos o preferencias que aunque no coincidan con las mías merecen toda la consideración del mundo. De verdad que no hay nada de eso, y aquí os cuento una pequeña historia de las mías para que lo veáis.

Cuando yo entré a trabajar muy jovencito en mi primer trabajo en una cosa que se llamaba «Centro de Investigación y Estudios» (CIE) que Telefónica tuvo en Madrid, en la c/Lérida, allá por el año 1978, uno de los primeros trabajos a que me dediqué fue a diseñar un adaptador para TV que tuviera unas prestaciones parecidas al existente «teletexto» pero por cable, a través de la línea telefónica.

Nunca se había hecho algo así en Telefónica, así que nos lo asignaron a los pardillos de entrada como yo. Por analogía con el «teletexto» (que era radiodifundido) el invento se llamó «videotexto» y debía estar listo para el Mundial de Fútbol del 82 que creo que fue el que organizó España (el del «Naranjito»). La cosa salió bien y antes de Golpe de Estado de Tejero ya lo teníamos acabado y funcionando. Como la mayoría de cosas que se hacían allí, el invento nunca vio la luz, pero yo disfruté y aprendí mucho haciéndolo.

Los compañeros del centro, a los dos que nos dedicábamos al asunto y por analogía a videotexto, nos llamaban «vidiotas». La palabra siempre me gustó, y ya montones de años después al escribir mis chorradas en este blog, he resucitado el el palabro y lo utilizo para referirme a los aficionados al video, pero que quede claro, sin ningún matiz peyorativo. El primer «vidiota» que existió en el mundo fui yo, y a pesar de que no me guste el video, seguiré siendo un vidiota para siempre.

Entré en el CIE en 1978 y estuve hasta 1981, año en que volví a Barcelona, donde no había nada parecido. Prevaleció mi familia y mi entorno a mi desarrollo profesional, cosa impensable hoy en día. El CIE siguió unos cuantos años más allí y finalmente con los años, evolucionó a una cosa mucho más grande, dotada, diversa y potente que se llamó y se llama Telefónica Investigación + Desarrollo (TID) que hace no mucho cumplió los 25 años y que tiene centros por varias ciudades de España (ahora también en Barcelona) y también en otras partes de mundo.

Haya, pues ya lo sabéis. Que nadie se me enfade. Yo fui el primer «vidiota» y nadie nunca podrá quitarme ese honor.

Telefónica Investigación y Desarrollo