Es verdad que hay ciudades que tiene un encanto especial (Sevilla tiene un sabor). Y también es verdad que el paisaje urbano, si es mojado, añade encanto a ese encanto especial. ¿ Que me decís de Santiago de Compostela ? Si no se ha visto mojado, no se ha visto, por muy coñazo que sea para el visitante.
Pues nada, este introito solo ha servido para contaros que Álvaro Méndez se ha ido nada más y nada menos que a la imperial ciudad de Toledo para fotografiar una excursión nocturna por sus calles mojadas. ¿ Y lo ha hecho con una voluminosa bolsa repleta de una Sony Alfa 7R II con sus cristalería y una Nikon D810 con también su cristalería como equipo de reserva ? Pues no señor, se ha ido con las manos en los bolsillos y en uno de ellos un Samsung Galaxy S7 que dicen los gurús es hoy por hoy la mejor cámara compacta telefonillera.
Oiga, a tamaño internet, nada que objetar. Espero, deseo y confío que a tamaño real algo se notará, digo yo, pues si no es para cerrar el chiringuito y hacer oposiciones a «estatua» en la Rambla de Las Flores o calles similares en cualquier ciudad de nuestro suelo patrio.