Me ha gustado mucho el título. El asunto va de la prueba a la que ha sometido Manuel San Frutos al telefonillo Huawei P9, que con su doble módulo óptico firmado por Leica es efectivamente: el móvil que aspira a ser carrete.
Oiga, y a fe mía que por lo que cuenta Manuel en su artículo, bien se puede decir que lo consigue, o al menos que está muy cerca.
Las compactas de sensor pequeño han dado un paso más en su inexorable camino a su extinción, y como casi siempre desde que desapareció el bueno (o no tan bueno) de Steve Jobs, Apple se ha quedado varios pueblos por detrás de la competencia. Palabra de iPhonista (regalado, obligado e inmerecido), pero iPhonista al fin y al cabo.
A ver si aprendes, Sr. Tim Cook:
Se agradece el modo de control profesional, con “diales virtuales” sobre la pantalla, lógicos y expresados en términos afines al mundo de los fotógrafos. Algo que se venía echando en falta y que parece poco a poco se va introduciendo en este campo a tenor de la calidad fotográfica exponencial que detenta el territorio móvil año tras año.
Podemos por lo tanto modificar los parámetros básicos de toma – obturación, sensibilidad, valores de compensación EV, etc– a excepción del diafragma, que es fijo. existiendo una emulación digital en la toma a color, que no deja de ser de momento un “simulacro de profundidad de campo”.