¿ Se puede probar un arma de destrucción masiva ? Digo yo que si, que se podrá probar, ¿ que otra forma habría de venderla en el mercado negro al mejor postor para inconfesables fines ?
Pues nada, eso es lo que hacen hoy Álvaro Méndez acompañado de Pol Thomas (que imagino hará las veces de aguerrido piloto de pruebas) al despegar con una de esas máquina malignas pero llenas de posibilidades que unos llaman «drones» y otros «cuadricópteros».
El artilugio probado hoy es el DJI Phantom 4. ¿ Os imagináis uno de estos trastos cargando con una cestita llena de propaganda y papeletas electorales ? Sus efectos sobre la población civil serían devastadores y seguro que es una experiencia de la que iba a ser difícil recuperarse en toda una vida.
En fin. Aquí tenéis un video demo autofilmado con algunas de sus azañas.
[youtube]https://youtu.be/WXZDX16kkZE[/youtube]
Y ya solo me resta comunicaros que en el hipotético caso de que una cosa tan peligrosa os interese cuesta 1.600 euros, que debe ser menos que un Kalasnikov (imagino), y desde luego mucho menos que un tanque ruso, un misil americano, o una bomba atómica israelí, o incluso que «un video de las obras completas plasmáticas de Mariano Rajoy», el arma letal definitiva.