Ahora voy a decir una herejía, o incluso una blasfemia. ¿ Os acordáis, los que ya tengáis unos años, de aquellas simpáticas placas que había en los tranvías y que decían «prohibida la blasfemia y la palabra soez». Jo, tu, eran otros tiempos, y ……….. además, no habían elecciones, con lo cual no estábamos tan entretenidos.
Bueno, pues nada, allá va. Fernando Galán acaba de publicar una prueba de campo con la hiperhormonada Sony RX100 IV que resulta que se llama RX1R II y que por solo el pequeño detalle de 3.500 euros de nada os hará felices si sois capaces de saborear las delicias de una óptica que sin duda será espléndida pero que desde luego no es nada versátil pues es más fija que los designios y el comportamiento de Rajoy, sin ir más lejos, por ejemplo.
También podría haber dicho que es una Sony Alfa 7R II pero con el objetivo ya puesto. Eso sería verdad, quizás más verdad que lo anterior.
La sagacidad del agudo lector habrá captado sin duda la sutil herejía: comparar estas maquinitas es casi tan esperpéntico como cualquier promesa electoral.
Para una noche de insomnio en la que podáis pasar las horas reflexionando sobre tan trascendental tema, os dejo unos pequeños detalles que os servirán de apoyos para mover el mundo, cual palanca de Arquímedes (si, si, el de Eureka y también el de la flotabilidad). El punto de apoyo sois todos y cada uno de vosotros.
La deducción fácil y grosera de que un Zeiss T* Sonnar 35mmF2 cuesta 100 euros sería una conclusión válida pero muy tomada a la ligera.
Y esto es simplemente un «bonus track» con el único objeto de constatar sin lugar a dudas que el Sr.Sony se ha vuelto loco.
Bueno, y basta ya de decir chorradas.
Aquí os dejo la prueba de campo, que al fin y al cabo, de eso iba la cosa.
- Fernando Galán en DSLR Magazine