«La calor», que dicho sea de paso ya ha llegado para quedarse y torturarnos tres meses largos, es lo que tiene. El cuerpo pide vacaciones, sol y playa, y con ese escenario es inevitable que resurjan criaturas del inframundo para acompañarnos en nuestras aventuras acuáticas fotografiando pececitos de colores.
Fernando Galán somete a tortura a la Fujifilm XP90 y nos cuenta que tal le ha sentado el remojón.
Por lo menos la experiencia no es ruinosa. La maquinita se encuentra por 200 euretes de nada.
Oiga, es una compacta de sensor pequeño. Es lo que es, y vale para lo que vale.
A modo de conclusión, el último párrafo del artículo. Dice Fernando:
En definitiva, algo más que un divertido “juguete” que podemos autorregalarnos –o, mejor, pedir que nos regalen– si hemos sido buenos durante el curso ya que, por los menos de 200 € que cuesta, cumple sobradamente las –modestas– expectativas.
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