Y para que no queden dudas lo hace con la exigente Canon 5DS-R.
El análisis es completísimo y hay bastantes muestras y detalles con recortes donde al cristalito se le exprime al máximo y a veces “se le sacan los colores”. Está muy bien pues se ve la respuesta a todos los diafragmas y en el centro y la esquina.
Es tan completo que renuncio a haceros un resumen, pero yo diría que al bueno de Bryan Carnathan le ha gustado.
Solo destacaré un detalle que me ha llenado de emoción, y son las posibilidades de microajuste del AF que ofrece la the TAP-in Utility que con la TAP-in Console permite toquetear las tripitas electrónicas del cristalito, cambiarle el “firmware” y también ajustar el AF, pero con fundamento, y a todas las focales.
Si alguien dudaba de que ajustar el AF en un zoom era un proceso enloquecedor y desquiciante, aquí tiene la prueba palpable: el ajuste varía en función de la focal y de la distancia al objeto, cosa que yo ya he sufrido con un simple 24-70. Queda claro ¿ no ?
Además, la enloquecedora tabla ilustra claramente que con el simplísimo proceso que incluyen las cámaras el sufrido usuario debe perder toda esperanza de sacar una foto perfectamente enfocada salvo que sea por casualidad. He dicho.
Lo he visto en Canon Rumors, pero el Pantagruélico análisis está en The Digital Picture
Nota tonta: lo que no cuenta la historia es el estado en que quedó el probador para determinar la tabla de corrección del AF. Seguramente estará en cualquier UVI en cuidados intensivos recuperándose del esfuerzo.