Galería de muestras de, de , de, ……… bueno, ya lo veréis.

Hola a todos:

Los que tenéis la santa paciencia de seguirme ya sabéis que acabo de pasar una temporada en el Pirineo de Huesca, en el Valle de Benasque, donde mi mujer y yo tenemos un apartamento tan pequeño que si entras muy deprisa sales por la ventana del otro lado. Allí hemos pasado casi dos meses (privilegios de la jubilación) esperando ver los colores del otoño, que dicho sea de paso ha sido el más extraño de los últimos años: tardío, corto y desconcertante, pues había árboles con hojas verdes aún cuando otros estaban totalmente pelados. Podría decir que el otoño ha pasado sin que nos hubiéramos dado cuenta que había llegado.

He hecho bastantes fotos, como siempre. Todas son mediocres, como siempre, pero aún así me apetece poneros aquí una pequeña muestra, muy pequeña.

En estos meses he descubierto dos cosas, más bien redescubierto.

• La primera ha sido el blanco y negro. En digital no lo había experimentado nunca y gracias al software «Silver Efex Pro 2», antes de Nik y ahora de Google y gratuito, he pasado algunas fotos a blanco y negro con un resultado que, al menos a mi, me ha gustado.
• La segunda ha sido mi zoom tele. Tengo un Canon EF 70-200F4L IS y por mi miedo paranoico a la suciedad en el sensor no lo había usado nunca. A mi 5D2 va irremisiblemente pegado siempre el EF 24-70F2,8L y esta vez, solo con motivo de hacer unas pruebas, lo he quitado y he puesto el pequeño zoom. He descubierto un mundo nuevo en focales algo más largas con los que se logran encuadres y composiciones muy interesantes. Tengo que perder el miedo. Es absurdo tener una cámara de objetivos intercambiables, tener un par o tres cristalitos, y no cambiarlos nunca por aquello de que toda la porquería del universo incluyendo la materia oscura se va a meter en la cámara del espejo y de ahí va a pasar a vivir a la superficie de mi sensor.

Serán muy poquitas fotos, no sufráis, algunas en color y unas cuantas menos en blanco y negro. Evidentemente no busco vuestro aplauso y soy muy consciente de que ni la mejor de ellas pasaría el primer filtro del concurso fotográfico más cutre que os podáis imaginar,

No es una selección, bueno, si lo es, porque hice muchas más de las que aquí muestro. Pero son simplemente unas cuantas que he escogido hoy mientras las repasaba. No son ni las mejores, ni las peores. Ayer la selección seguramente hubiese sido otra y mañana también sería distinta. En total me he venido a Barcelona con 666 imágenes, número diabólico que no he sabido interpretar. ¿ Será un mensaje subliminal ?

Lo que si os puedo decir es que yo me lo paso estupendamente haciéndolas y que ahí, en mis queridas montañas, buscando la hierba más insignificante, el barranco o torrente más seco o caudaloso, o los árboles y prados coloreados según temporadas, es donde yo soy totalmente feliz. No pido más y no necesito más. Hay cosas que no se pagan con dinero, y pasear por las montañas en temporada baja sin nadie alrededor y en compañía de mi mujer, que aunque no le guste la fotografía si le gusta ver como yo disfruto mientras ella se aburre, es una de ellas.

Por mucho que me esfuerce no se más, y ya se me ha pasado la edad de subirme a un lago a pasar la noche allí para fotografiar el amanecer con aquella iluminación fabulosa en el punto adecuado y el cielo como un telón de fondo dramático y hecho por encargo.

Esto es lo que os quería enseñar.

Primero la serie en color:

1.- Empiezo por esta foto que no tiene absolutamente nada. Quizás por eso me gusta. Es solo niebla. Solo se intuye algún esbozo de montaña al fondo. A mi me encanta, y no se por qué.

2.- Me encantan las sedas. Seguramente será una moda pasajera, pero por ahora me seducen. A mi mujer no le gustan nada. Dice que distorsionan la realidad hasta hacerla irreconocible. Es verdad. Los criterios estéticos quedan al margen. Este es el río Esera en Los Llanos del Hospital (al fondo del valle).

3.- Un trocito de unos de los innumerables senderos que pueblan el valle. En este caso una zona umbría con roca y musgo y la hojarasca otoñal ya en el suelo alfombrándolo en este caso de marrón oscuro. Este concretamente discurre al lado de la pista Senarta – Puente de Cregüeña.

4.- En este otoño tan raro el Serbal de los Pirineos es uno de los pocos árboles que ha cumplido con su obligación y ha virado a esos colores rojo-ocre tan bonitos y característicos. Aquí vemos dos: el primero está en el sendero que sube desde el Puente de Coronas a la Pleta de Llosas, todo ello en el Valle de Vallibierna, y el segundo está a borde de carretera, en el desvío que baja al Hotel Turpi en el llano de Los Baños de Benasque (Balneario casi en ruinas de película de terror). ¿ Quien dijo que el impresionismo lo inventaros los pintores ? Lo inventaron las montañas. No hay más que fijarse en la parte derecha de la segunda imagen.

5.- El «Acebo», omnipresente en el valle, da un toque de color con sus características bolitas rojas.

6.- Los que tenemos la maldición de que en las macetas del balcón de casa no nos crezca ni el perejil, por mucho esmero y cuidado que pongamos, no dejamos de asombrarnos cuando en la naturaleza las plantas se aferran a la vida encontrando tierra en los resquicios que la nieve y el hielo han horadado en las sólidas rocas.

7.- Esta imagen es un poco como la primera. No tiene nada de especial, pero a mi me transmite serenidad, paz y sosiego, y quizás porque esas cosas me hacen mucha falta, a mi me encanta.

8.- Esto es algo que no se puede fotografiar. Era en una pista que va entre Cerler/El Ampriu y Eresue (el primer pueblo del Camino del Solano). Es una zona donde hay un montón de creo que son álamos. Estábamos en sombra pero el sol iluminaba las copas de los árboles y lo teñía todo de una atmósfera mágica entre naranja y dorada. Era un túnel maravilloso que solo se podía disfrutar, pero no fotografiar. El suelo no era menos espectacular. La hoja empezaba a caer y sobre un lecho marronoso del pasado año empezaban a aparecer las primeras pinceladas de este año. Aquello del impresionismo y los pintores ya lo he dicho, ¿ verdad ?

9.- En cualquier rincón te encuentras bodegones que ni hechos por encargo.

10.- A las «últimas manchas», las más díscolas y tardías en enterarse de que estamos en otoño, también les llega su momento y empiezan a virar de color. Son pinceladas amarillas sobre el fondo verde oscuro de los abetos. Toda una «emoción» óptica.

11.- Esta es difícil de entender. Era un pequeño remanso de un pequeño torrente donde el fondo estaba plagado de una especie de algas verdes de un color muy intenso – no se hay algas de agua dulce. El conjunto daba un efecto curiosísimo y muy vistoso. Hice todo tipo de pruebas, en plan seda, a velocidad normal, y subiendo a ISO 3200 para poder congelar el movimiento. Pienso que las más vistosas eran estas últimas y este es un ejemplo, parece aquello que un erudito calificaría como imagen conceptual. A mi me gustó mucho.

12.- Por fin llegó el frío, y con él primero las heladas y las vistosas construcciones que en plan «candelabros» decoran todas las superficies por donde cae, se desliza o salpica el agua. Estos ejemplos no son nada rebuscados, estos encontré simplemente al borde de la carretera que va de Benasque al fondo del Valle. El primero es un simple y típico «candelabro» de hielo sobre roca negra y húmeda», el segundo es una planta totalmente congelada junto a un torrente, y el tercero es un pequeño «candelabro» con arco iris adjunto.

13.- Y después del frío llegó la nieve, las primeras nieves y de forma muy tímida, pero al menos tiñeron el suelo con un pequeño manto de pocos centímetros. Toda una fiesta para unos urbanitas como nosotros. Y si, también se coló algún trozo de hielo en plan escultura moderna. Todos estos ejemplos estaban en el entorno de Los Llanos de Hospital – Camino de los Araneses – La Besurta.

14.- Y termino esta ronda de color con una de las imágenes características que preside Benasque. La Tuca de Ixea. Está tomada desde la carretera que va de Cerler a El Ampriu. No era de madrugada, pero estaba bastante tapado y por un momento un agujero en las nubes proyectó una especie de foco puntual sobre la cima que quedaba de lo más espectacular. Era como la iluminación de los ojos de la mujer de la Familia Adams. Morticia. Entre que desplegué y monté el trípode buena parte de la magia se había ido y esto fue lo que quedó. ¿ Quien dijo que la fotografía era instante y magia ? No lo recuerdo, pero tenía razón.

Y ahora la serie de blanco y negro:

BN01.- En los primeros días de nuestra estancia, mientras esperábamos un otoño que no quería llegar, tuvimos bastantes días de bruma y niebla. Es muy divertido salir con el coche a buscar donde está la niebla pues esta tiene la desagradable costumbre de moverse y cuado llegas al sitio que querías ya no está allí. Este es uno de esos huidizos momentos en el Camino del Solano junto a la colina de «El Castellaso».

BN02.- Me gustan las sedas, ya lo he dicho, seguramente será una moda pasajera, también lo he dicho. Pues ya lo he dicho todo, pero ahora en blanco y negro.

BN03.- En Benasque no hay orto ni ocaso. No hay amaneceres ni atardeceres. El sol «se enciende» a intensidad máxima cuando aparece tras las paredes montañosas que rodean el pueblo, y lo hace como si encendiéramos una bombilla. Este es el pequeño embalse de Eriste. Era tempranito, pero no de madrugada. El sol se acababa de «encender» y arrancaba vapores de la fría y plácida superficie del agua.

BN04.- Es inevitable el «look» Ansel Adams que destila esta foto, solo el «look», que el genio era él y no yo. Lástima de nubes, que no son nubes, son estelas de avión deshilachadas por el viento. Las estelas de avión, lo creáis o no, es una plaga en el valle y el terror de los fotógrafos. Cuando el día es de aquellos en que las estelas no desaparecen o tardan en hacerlo, es mejor que montemos el objetivo macro y nos dediquemos a fotografiar bichitos y florecillas. Estas estelas concretamente estaban justo encima de la Pleta de Llosas en el Valle de Vallibierna.

BN05.- Los contraluces son difíciles, pero también muy resultones si salen bien. Aquí hay uno, que en color no está mal, pero en blanco y negro también tiene su aquello.

BN06.- La nieve, característica esencial para el mantenimiento económico del valle, mientras más pronto haga su presencia y mas tarde se retire, más amplias serán las sonrisas de los lugareños. Estas fueron las primeras nieves de este año. La primera imagen es la misma que ya os mostré en color, pero con un encuadre más cerrado. Es el inicio del camino viejo que va de La Besurta al Forao de Aiguallut. La segunda imagen es un detalle de el Camino de los Araneses.

BN07.- ¿ Os hablé antes de «los candelabros», verdad que si ? Pues bueno, esta es la variante bulbos, nódulos, o llamarlo como queráis. Es el prodigio que producen las salpicaduras de agua sobre ramitas cuando la temperatura es bajo cero y dejamos pasar unas cuantas horas. Son milagros escultóricos que se forman de noche, se deshacen de día, y así en un ciclo constante de creatividad natural, mientras haga frío, claro.

BN08.- Después de un día frío, si la temperatura sube un poco se inicia un lento deshielo. El agua de los torrentes fluye alocada mientras que en los bordes encontramos pegotes de hielo que se resisten a licuarse dando lugar a bodegones la mar de estéticos ….. y húmedos.

BN09.- Acabo como en la serie de color. Es la misma Tuca de Ixea y desde el mismo lugar. Era casi al mediodía en un día de sol y con un cielo azul casi violeta. Supongo que por una cuestión de viento tras la Tuca se formaban y deshacían continuamente unas tenues nubes que duraban muy pocos minutos, algunas solo segundos. Planté el trípode e hice unas cuantas tomas. En esta me gustó evocar con Silver Efex Pro 2 el efecto que antes, en el cretácico, hacíamos con el filtro rojo para oscurecer el cielo y contrastar la imagen

Y ya está. Esto es todo lo que me he atrevido a enseñaros. Como ya dije, no lo he hecho para que comentéis nada. Yo ya se que son imágenes muy normalitas y de ahí para abajo. Simplemente quería mostraros el que es para mi el mejor «ansiolítico» del mundo. El acto fotográfico y su liturgia asociada.

Nota tonta: si yo soy torpe haciendo fotos, no os quiero ni contar lo hábil que llego a ser con Photoshop y asimilados. Yo no se optimizar una imagen para ser publicada en WEB. Así que he cogido el TIFF a 16 bits resultado del revelado RAW que siempre hago, y simplemente he reducido su tamaño original a 575 x 383 pixels y después lo he pasado a JPG con calidad 8 en Photoshop. Así no ocupan mucho, y aunque salen tamaño sello, os los puedo enseñar.

Lo único que puedo poner en mi descargo es que las imágenes a tamaño real se ven bastante mejor.

Iba a poner ahora que espero que os guste, pero afortunadamente me he dado cuenta a tiempo de que pedir milagros está feo, y por eso ya me callo.