Otro publireportaje de DSLR Magazine. Este va de bolsas y va de Vanguard. Son bolsas para transportar los trípodes con la rótula o el cabezal ya montada evitando el coñazo de tenerlo que ensamblar todo «in situ».
Eso me recuerda que yo me paseo por mis queridas montañas con el trípode desplegado y la cámara montada en su rótula. De esa manera el peso de las patas desplegadas equilibra al de la cámara y cabezal, y el transporte es «mas llevadero». Eso si, la cámara la llevo cubierta con una bolsa que hace muchos años me salió en un paquete grande de ColaCao y que va de perlas para protegerla. Es de un tejido semi impermeable y la protege del viento, del polvo y hasta de una ligera llovizna.
A pesar de que el trípode es un Benro de carbono, el trípode con la rótula y la 5D Mark II con el 24-70F2,8L II montado pesan bastante y ante ello lo único que me atrevo a alegar en mi defensa es que «sarna, con gusto, no pica, o pica menos».
Bueno, que sepáis que las susodichas bolsitas andan sobre los 30 € a 50 € según tamaño.